Me abrazas el alma

Sólo buscaba tu abrazo

y me abrazó tu alma,

desnuda, descalza,

llegué a ti sin calma.

Pero tu alma

me vistió con un abrazo,

me llevó a caminar

de tu mano.

Y aún en el silencio

estás presente porque te llevo

en el pensamiento, aún ausente

estás en mi mente.

Día a día me abrazas el alma,

te extraño, te extraño aquí

junto a mí, pero ¿qué sería de mí

sin ti?.

Sin el sonido de tu voz,

sin el eco del latido del corazón,

sin tu risa que llena la ilusión;

amor mío, dime cuánto me amas hoy.

Gracias por regalarme tus días...

Mgabriel Portilla México

Se han dado un tiempo

Entre el cielo y la tierra

caminan dos amores,

han echado amarras,

esperan tiempos mejores.

Por las olas del mar

navegan los silencios

de dos bocas solitarias

que se comieron a besos.

No se podrán ver,

aunque de amor mueran,

esperarán sin querer

mientras recuerdan.

Se juraron amor eterno

una tarde cualquiera,

no imaginaba ninguno

que el tiempo su cárcel era.

¿Qué será eso del tiempo?

¡Dicen que todo lo cura!

Cuanto más pasa sin verlo

más grande es su amargura.

Paciente lo esperará

porque lo lleva muy dentro,

pero nunca entenderá

que deba hacerlo en silencio.

Isabel San José Mellado - España

ISBN: 978-84-16439-14-0
Libro: ISABEL Un canto al amor y al desamor

Madre y padre

Cuando de ti hijo mío

supe que al mundo

llegarías mi alma

bailó de alegría.

Sabía que no sería fácil,

que el mundo contra

nosotros dos sería

el juez de mi decisión.

Pero ¿qué importa

si tú llegarías

a llenar la vida

con alegría y amor?.

Madre y padre

sería, y soltera

para ti quedaría.

Sé que al final de los días

los esfuerzos de nosotros

un día ganaría y el hombre

de bien serás.

Eres el ángel que guarda

las ilusiones de ser

madre soltera y amada.

Mgabriel Portilla México

Todo acabó

Lo amó con pasión,

lo quiso con locura,

pero aquella relación,

acabó en triste amargura.

Fueron tiempos felices,

de miradas profundas,

caricias con sabor a miel,

que helarían luego su piel.

Noches de pasión colmadas,

dos cuerpos abrazados,

hasta perder el sentido,

pronto fueron olvidadas .

Un amor envidiable,

envuelto en bello satén,

de una belleza insuperable,

que se fue para no volver.

Ya se acabó su calvario,

sus lágrimas se han secado

por fin terminó su suplicio,

el último viaje ha comenzado.

Atrás quedó su tortura,

el olvido, la pena, el dolor,

su alma lo evocará con dulzura,

pues nunca le tuvo rencor.

Isabel San José Mellado

Gigantes en la Tierra

De belleza y semejanza

seres de otro planeta

entre los humanos

refugio encontraron.

La grandeza y pureza

se puede ver, en las maravillas

del mundo, se pueden ver.

Nos dejaron esos

ecos por su paso

gigantes en la tierra

dejaron huellas.

Las pirámides con ayuda

de extraterrestres dejando

huellas de sabiduría.

Genios que de inventos

quedaron en el tiempo

grandes mentes.

Gigantes en la tierra,

dudar de que de otro

mundo vienen.

MGABRIEL PORTILLA México

Sin conocerlo

Se enamoró de él sin conocerlo,

locamente, casi sin quererlo,

su prisión fue aquél primer beso,

pues de amor, su corazón quedó preso.

Desde entonces pocas veces se vieron,

muy pocas pero de pasión se ungieron.

Todo acabó una tarde de Noviembre,

dejando su corazón yerto para siempre.

Se enamoró de él sin conocerlo,

y, lo tendrá que olvidar sin quererlo.

Pero los besos que se dieron con pasión,

seguirán vivos dentro de su corazón.

Isabel San José Mellado

Sabor a olvido

Sabor a olvido

dejando lo prohibido

sin sentir lo vivido

extraño dueño de mí.

Dejé un te amo

suspendido en el tiempo

en espera de tu amor.

Navegando en sueños

de amor ilusionado

renovado la razón.

Ven a mí, dime que tú

estás y estarás junto a mí

lejos, cerca de mi mano irás.

Porque soñando

dejando el dulce

sabor a olvido eres tú.

Porque no hay olvido

sin adiós, sin despedida,

si sólo una mirada que diga

regresará.

Mgabriel Portilla México

Renuncia de amor

Adiós mi vida adiós,

en tus cartas me decías,

cuando eran de amor

y con cariño me escribías.

Adiós mi vida adiós,

qué dulce despedida,

era la última frase,

que cariñosamente decías.

Adiós mi vida adiós

¿Fui de verdad algún día

el amor de tu vida,

o era pura cortesía?

Adiós mi vida adiós,

despedida que llega al alma,

cuando amas con pasión,

al autor de esas palabras.

Adiós mi vida adiós,

leerlas me alegraba el alma,

¿Las decías con el corazón,

o eran falsas palabras?

No me las volverás a decir,

ahora soy yo quien las pronuncia,

aunque cada noche me golpee,

el dolor de esta renuncia.

Isabel San José Mellado

Una piedrita

Para construir la isla del amor

lanzo una piedrita más de corazón

para arrancar la tristeza.

De piedra en piedra

hasta tu vera llegaré

en busca de un amanecer.

De alma y sueños de amanecer

entre navegantes de amor

sueños de mi corazón.

Magia siento yo al mirar

una vida por amor, lágrimas

sin adiós.

Una piedrita enviaré

envuelta con una flor,

pétalos acarician

tu piel para sonreír,

poderte ver.

Mgabriel Portilla México

Un amor

El sólo quería el amor

de una luna sin menguar

transformando la tristeza

en felicidad.

El le regalaba días

de lluvia, para difuminar

el llanto raudal del corazón

marchito.

Entre sueños, ilusiones

vacías que el tiempo

se llevó, él sólo con sonreír

era feliz.

A su lado camina

sin tocarle, sin acariciar,

mientras ella de agonía

duerme entre los brazos

de una soledad.

Al despertar él le abraza

el alma y besa sus sueños

pequeños que crecen

al par de la realidad.

Un amor de ésos

que si de infinitos

se comparan y mueren

para renacer y al menos

en instantes sean de felicidad.

Gracias dan por cruzarse,

porque llegan cuando más

necesita el alma el abrazo,

se van prometiendo regresar.

María Gabriel Portilla México

Tantas veces

No puedo creerme nada,

no me vengas con lamentos,

estoy tan decepcionada

que maté mis sentimientos.

Tantas veces me mentiste

con tus besos bajo el alba,

tantas veces me engañaste,

que por ti,  no siento nada.

Sin piedad al mar arrojaste    

un amor de gran pureza

y si de verdad me amaste,

fue un acto de ruin vileza.

Eran tan falsas tus caricias

que ahora viéndote partir,

al Cielo  le doy las gracias,

mi corazón vuelve a sonreír.

No te deseo nada malo,

solo quiero tu felicidad

y si vuelves a ser amado,

no ocultes nunca la verdad.

Isabel San José Mellado - España

ISBN: 978-84-16439-14-0
Libro: ISABEL Un canto al amor y al desamor

El rincón de los poetas

Desde ese lugarcito

donde todos los poetas

dejamos un poema.

Nace la amistad de quien

entre líneas lleva a su

grupo, amiga, poeta.

Entre risa y desapego

dejamos aquí nuestras

letras al mundo.

Entre sueños de ser leídos

nos acoge este rincón,

el rincón de los poetas.

Uniendo a poetas jamás

nos imaginamos encontrarnos

pero coincidimos y nos conocimos.

Felicidades Lucía García.

Felicidades grupo.

MGABRIEL PORTILLA México

Soledad

¡Hola mi querida soledad!

Perdona este atrevimiento,

pues ya te considero mi amiga,

vives conmigo hace ya tiempo.

Eres placentera y necesaria,

cuando te instalas al ser elegida,

pero cómo dueles por dentro,

cuando tu visita no es bienvenida.

 

¿Podrías llamar a su puerta

y en mi nombre preguntarle,

si de mis labios aún se acuerda

y si mis besos puedo llevarle?

Si su respuesta es afirmativa,

en decírmelo no te demores,

aquí no hace falta que llames,

eres dueña de mis amores.

Sabré pronto si no te abre,

porque volveré a percibir

lo dura y gélida que eres,

ya que tú, no sabes mentir.

Eres pañuelo de mis noches,

compañera de mis días

y aunque nada me reproches,

¡márchate!, necesito alegrías.

Isabel San José Mellado - España

ISBN: 978-84-16439-14-0
Libro: ISABEL Un canto al amor y al desamor

R.I. 16/2016/4023

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