Día a día

Tengo el alma compungida

por un desgarrador desamor,

aquella inesperada partida

le dejó un gran resquemor.

Tendré que ir día a día

desahogando mi corazón

y escribiendo triste poesía,

iré desechando esta pasión.

Mis lágrimas brotarán

como lánguidas florecillas

y, con su salobre, surcarán

duramente mis mejillas.

El tiempo irá pasando

entre recuerdos y suspiros,

y mi corazón desahogado

mostrará de nuevo sus latidos.

Mi alma ya restablecida

sembrará flores en mis pupilas

y, de aquellas dolorosas lágrimas

brotarán bellas y frescas lilas.

Isabel San José Mellado

Eres un beso

El tibio sabor a miel

dejando escapar

en cada beso

de ti puedo probar.

Eres un beso de amor

que llena mi corazón

dando vueltas en la mente

hasta tener un beso más.

Eres mi alma de ensueño,

eres mi anhelo

que resbala en el alma

y me lleva al cielo.

Suspiro de amor,

latido de mi corazón

entre la realidad y la ilusión,

dime si existo en tu razón.

Entre besos y besos

donde queda el sol,

si la luna me abraza

quiero un rayo del sol.

Eres más que un beso

con sabor a amor,

alivias mi dolor,

eres mi amor.

Mgabriel Portilla MÉXICO

Desolación

¿Dónde estás amado mío que mi mirada no te encuentra?

¿Por qué después de tanta pasión nuestra vida está muerta?

Mi alma siente tus pasos por el sendero del bello amor,

pero no es a ella a quien fiel busca tu ferviente fulgor.

En mis sueños te busco con gran ahínco, fervor y tesón,

pero mi subconsciente frena incansable a mi corazón.

La brisa me trae el cálido aliento de tu callada boca,

o tal vez sea la quimera que mis pensamientos evocan.

Y ese mar tranquilo con el que sueña mi triste mirada,

se vuelve bravo y mezquino, provocando fuerte oleada.

Como mezquino es este estado de suma desesperación

cuando mis sueños te buscan y solo encuentran desolación.

 
Isabel San José Mellado

Mi cielo

Cada noche al llegar la luna,

ésa que me llena el alma

endulzando la soledad.

Mi cielo está ahí donde

el mar es un azul

como el del alma

que deja emanar el amor.

Dulce sensación que dejas

en ese beso tan lleno de ti,

tan arcoiris que enamora

hasta el viento.

Mi cielo eres tú

que de un tajo ató mi alma

a este corazón que late

por ti hoy.

Mgabriel Portilla

MEXICO

Desde las alturas

Ven aquí cariño mío

y fuerte abrázame,

en tu corazón hace frío

desde que ella se fue.

Ven aquí mi preciosa,

por favor deja de llorar.

Hoy nacerá una rosa

y la tendrás que cuidar.

Ya había comenzado

el sendero del adiós,

la habían amordazado,

iba al encuentro de Dios.

Ven y toma mis manos,

ellas te aportarán calor,

tiemblan hoy tus labios,

en tu corazón hay dolor.

Enjuga tus lágrimas        

y observa su estrella,   

sentirás como tu alma   

poco a poco se alegra.

Un bello amanecer

de nuevo verás surgir

y poco a poco tu ser

abandonará ese sufrir.

Y ella, desde las alturas

sentirá gran satisfacción

al ver que tus penurias

abandonaron tu corazón.

Isabel San José Mellado

Si pudiera

Escuchar tu voz

un instante no sabría

que decirte,

tan sólo dejaría que

dejaras salir la alegría.

Tendría tanto que decirte...

porque tu partida fue

sin un adiós,

sin un abrazo

ni un hasta pronto.

Porque te fuiste

como se van los ángeles

cuando resguardan tu alma,

así te fuiste.

Así que si un día llamas

sólo escucharé lo que tengas que decirme,

un te quiero te diré

y entre lágrimas que pronto te veré, diré.

Mgabriel Portilla.

MÉXICO

Deja...

Deja a tu amor navegar

en las aguas de mi alma,

nunca podrá naufragar,

sabes que de verdad te ama.

Deja tus manos reposar

en el regazo de mi corazón,

él te las podrá calentar,

es la llama de tu pasión.

Deja que tus labios mimen

el contorno de mi boca,

yo haré que de amor rimen

y dejarán de ser una roca.

Deja que tus ojos besen

cada lugar de mi silueta,

permitiré que se expresen

libres como una cometa.

Deja que tu alma se rinda,

perdónale la condena,

la mía su amor le brinda,

le daña su dura cadena.

Isabel San José Mellado

Seré de ti

Si la vida nos separa,

si la vida nos aleja,

en mi mente,

en mi corazón

te llevo yo.

Si en un mundo

nos difuminamos

recuerda que de la mano

camino, caminas, caminamos.

Acuérdate mucho,

mucho, que no cabe el recuerdo

en unas cuantas letras,

en un mar de sentimiento.

Seré de ti,

serás de mi,

porque nos pertenecemos.

 Dejaré una huella

para que me sigas,

deja tu huella

y te seguiré.

Mgabriel Portilla

MÉXICO

Decepción

Mereció la pena, amor,  haberte amado

y en tus brazos callada haberme mecido,

mereció la pena aunque ya sea pasado

y mi corazón camine triste y dolorido.

Mereció la pena, amor, haber compartido

aquel café matinal durante el frío invierno

y en cada despedida en mis labios prendido,

el broche de tu boca tras ese beso tierno.

Mereció la pena amarte en la madrugada

compartiendo deseos bajo suave sábana,

cayendo rendidos sobre la misma almohada,

aunque de esas pasiones no quede nada.

Mereció la pena observar el cielo estrellado

sintiendo tu aliento en mi cuello desnudo,

escuchando el susurro de aquel mar salado,

aunque recordar provoque dolorido  nudo.

Mereció la pena sentir tan sublime amor,

la ilusión de verte que, por la noche alimentaba,

a pesar de que ahora sea causa de gran dolor

recordar el fulgor que tu mirada me provocaba.

Mereció la pena y lo escribo con ternura,

haber tenido mi corazón de felicidad henchido,

haber sentido un querer rondando la locura

y a pesar de todo, ser para mí, un desconocido. 

  

Isabel San José Mellado

Un sueño fugaz

En el anhelo de un sueño

dejando de lado el corazón

entre la realidad

de un mundo mejor.

Siguiendo entre caminos

un sueño fugaz

donde la esperanza

se va perdiendo al andar.

Entre los suspiros

de muerte que acompañan

cada minuto, la vida

de alguien se extinguirá.

La incertidumbre

de que mañana será

un día sin hambre quizás

y las entrañas duelen de extrañar.

Mgabriel Portilla MÉXICO

El compositor

Sol matinal que entras con libertad

al despuntar el día de su noche calma,

acariciando con tus rayos mi soledad,

calentando con amor mi triste alma.

Estimula hoy mi apagada inspiración

entibiando mis entumecidos dedos,

para que acaricien con suma pasión

cada tecla, como el poeta los versos.

Tengo necesidad de contar mi sentir

sentado ante mi solitario y fiel piano,

y con una profunda melodía revivir

aquellas cálidas tardes de verano,

nuestros silenciosos paseos en barca

admirando su  pura y salvaje  belleza,

los cabellos cubriéndole la espalda

y sus senos moviéndose con sutileza.

Las notas serán gemidos en do menor

en una composición jamás imaginada,

gritarán al aire la historia de un amor

que dejó su vida para siempre marcada.

Isabel San José Mellado - España

Quisiera

Que nunca te fueras,

que a mi lado estuvieras

aun en el pensamiento.

No sabría que sería sin ti,

que de mis días lejos de ti,

que del alba sin sol.

Sin ti en mi amanecer

no habría calor

y la vida no tendría sentido,

si mi alma... lejos de ti.

Porque no hay día

que no piense en ti,

ni noche que no sueñe

en ti.

Por el amor es silencio

cuando los sueños

en realidad despiertan.

Porque quisiera

ser tu anhelo

y entre los silencios

ser tu sueño.

Mgabriel Portilla MÉXICO

Cuando te miro

(Dueto con Diego Mercado – Puerto Rico)

ÉL.- ¿Has visto alguna vez cómo sacude

el fuerte viento el polvo del camino;

como impulsado el raudo remolino,

borra las formas, se dilata y sube?

ÉL.- Eso me pasa a mí cuando te miro.

Me sacudes el polvo del recuerdo

y en esa vasta niebla yo me pierdo,

sintiendo agonizar en cada giro.

ELLA.- ¿Has sentido alguna vez mariposas

en lo más profundo de  tu corazón

provocando lujurias escabrosas?

ELLA.- Es lo que precede a mi osada pasión,

cuando siento el agitar de mis rosas

por esa mirada de desolación.

Isabel San José Mellado
Registrado - España