sábado, 16 de enero de 2021

¿Veleta o motor?

Las veletas se mueven según la dirección en que se mueve el viento. Eso lo sabe todo el mundo y si el viento no sopla sencillamente se quedan estáticas en la posición en que las dejó la 
última ventolera.
No hay en ellas capacidad para decidir hacia dónde apuntar sino que están a merced de todo y ocurre así porque el centro de control es totalmente externo a ellas y carecen además de cualquier fuerza interna para decidir a dónde apuntar.

Un ser vivo sin embargo tiene no sólo la capacidad de permanecer en su posición si se propone ese objetivo sino incluso de moverse contra corriente o moverse en la dirección que quiera. Así ocurre también con las máquinas que cuentan con un motor equipado en ellas para generar su propio movimiento.

Tenemos en nuestra vida ambos polos siempre a disposición: podemos optar por ser veletas o bien por activar nuestro motor interno; podemos decidir movernos en la dirección que queramos o permanecer estáticos aunque el entorno nos pueda empujar en una dirección u otra… o bien estar siempre a merced de las presiones y opiniones ajenas e incluso de nuestros impulsos más primarios sin someterlas a la reflexión, a la crítica o autocrítica.

Cuando te enfadas y en lugar de reconocer tu enfado y explicar tus razones sin juzgar ni condenar te dedicas a insultar, mirar con desprecio al otro dando rienda suelta al descontrol de tus emociones… ¿qué eres: veleta o motor?.

Cuando defiendes tu punto de vista con argumentos, no por cabezonería, y éstos son objetivos,… ¿qué eres: veleta o motor?.

Cuando tienes unos objetivos o una tarea que realizar y la postergas constantemente “porque es que… no te apetece, requieren esfuerzo,…” ¿qué eres: veleta o motor?.

Cuando te importa más el ser tú mismo, fiel a tus principios, auténtico, honesto,… que el quedar bien con los demás y buscar su aprobación,… ¿qué eres: veleta o motor?.

Necesitamos tomar las riendas de nosotros mismos, controlar nuestros impulsos, someterlos a la autocrítica, ser coherentes con lo que pensamos y sentimos al mismo tiempo que respetamos a los demás, nuestro entorno, así como nos gustaría que nos respeten a nosotros.

Necesitamos centrar nuestro control en nosotros mismos, no en el exterior (incluso siguiendo propuestas que nos vienen de fuera se puede ser auténtico mientras ello coincida con nuestra propia identidad); madurar nuestras decisiones para que sean consistentes y de ellas podamos sentirnos orgullosos.

Necesitamos superar la inmediatez: lo queremos tener todo y ya, pero saltándonos todo lo que supone ponernos en marcha. Hay un proceso y asumirlo significa decidirnos a vivir todo lo que sea necesario para llegar a algo consistente.

Santi Catalán

PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:

  • ¿Qué piensas de las ideas que este artículo presenta?.
  • ¿Qué es para ti el "autocontrol"?, ¿qué cualidades y/o actitudes van de la mano de este valor y por qué crees que están necesariamente relacionadas con él?.
  • ¿Cómo construir este valor?, ¿qué pasos vemos necesarios para conseguirlo?.
  • ¿Tienes problemas derivados de la falta de control sobre ti mismo/a?, ¿en qué se ha manifestado esa falta de autocontrol?, ¿qué vas a hacer en los sucesivo para crecer en él?.

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