Son tus besos para mi pesar
recuerdos tristemente bonitos,
jamás a nadie volví así a besar,
mis anhelos quedaron marchitos.
Como aroma de un buen vino
embriagando todos mis sentidos
o violetas adornando el camino,
así fueron tus besos recibidos.
Lacerante y doliente resquemor
cubre ahora la piel de mis labios,
cuando supe que carecían de amor
los besos en mi boca depositados.
Pereciendo encerrada en el mar
como si de una perla se tratara,
mi alma, quisiera comenzar a volar
y tus besos para siempre olvidara.
Y aun dejando en el alma cicatrices
y, volviéndose las flores en abrojos,
jamás perderá el vino sus matices
ni verás una lágrima en
mis ojos.
Isabel San José Mellado
Derechos de autor - España
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