Me dejaste levantar el vuelo
como una elegante garza
y volando feliz hacia el cielo
mi alma recobró la esperanza.
Me dejaste volar majestuosa
y como elegante mariposa
en la más bella flor se posara.
Vuelos ungidos de ambrosía,
vuelos colmados de pasión,
donde todo era bella poesía
ahondando dentro del corazón.
Lo que no podía imaginar
era que esos sublimes vuelos
a ti te dejaban descansar,
cubierto con suaves velos.
Y ahora, que triste he posado
en la tierra mis ajadas alas,
márchate adonde has estado
mientras volar me dejabas.
Isabel San José Mellado
Derechos de autor - España
No hay comentarios:
Publicar un comentario