Y me envolví en el olor de la lavanda
que deja en mí la paz,
me tomé un té de manzanilla
para aliviar las penas.
para refrescar el dolor del alma,
y la malva que cura
las heridas de amor.
¿Qué hay del toronjil
que ahuyenta los sustos
que la vida nos da?.
Y el tomillo que alienta a seguir...
¡ah! y la hierbabuena
que nos hace renacer.
Mgabriel Portilla MÉXICO
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