El allá en el horizonte
donde en unas islas vive,
donde sólo puede andar
entre veredas que no lo llevará
a ningún lugar.
le dan la tranquilidad
y la vida siempre continúa
con la alegría de soñar.
Dejarán entonces
que el alma vaya a su encuentro
siempre que así lo deseen...
y se dirán esas cosas
que desnuden las almas
hasta dejarlas así
como al mundo vinieron.
Porque ella
sólo es alma en pena sin él,
es el bosque que sueña su andar
y pueda en el mar navegar.
Silenciosa espera,
pero los caminos llegarán a cruzar
y aunque el amor se deja asomar...
nunca, nunca dejarán de soñar.
Mgabriel Portilla MÉXICO
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