Sí, me vestí de mazorca
con granos de color negro
como la noche,
moliendo masa en metate
y tortillas azul.
entre la milpa,
camino por camino Real
lleno de flores silvestres
amarillas y azules
como el color del cielo
que combinan al tono del amor.
Me vestí de semillas
como el trigo,
quizás como el frijol,
arando la tierra que muere
y nace cuando sale el sol.
Me vestí del color verde del nopal
después de quitar cada espina,
para poder sonreírle a la tierra
que sedienta de agua
me impregna con olor a feminidad.
Me vestí, mujer descalza;
siente el latido de las entrañas
del mar y arena,
de los pastizales
que esperan su paso.
Me vestí, de olvido por mis raíces
pero el olor a tierra mojada
me remonta a los bosques
que lloran al morir el árbol
que un día sombra me dio.
Me vestí... sí, me vestí
de sabores a mole,
a tlaxcal, pino, té y panela,
olor a leña y humo;
me vestí de mi pueblo, de mi gente.
Mgabriel Portilla MÉXICO
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