Tiempo atrás y hoy

Hace tiempo
tenía las manos de piedra,
la mirada fría y mi corazón de hielo;
era esa la pared de hoy.

Mis manos hoy me cargan
y mi amor hoy me abraza.

Decidí hace tres años
despertar mis sentidos
y me prometieron no hacerme daño,
compartir mis alegrías
y vivir cada día en ese amor
que yo no conocía;
empezar de nuevo sería.

Y aquí sigo,
empezando cada día,
luchando con mis demonios
y no siendo piedra,
no claudicando en mis logros,
sintiendo tristezas
en vez de alegrías.

Pero siempre orgullosa de mí,
mirándome ahí,
pregonando mis luchas
que aún no puedo entender,
pero las he ganado con mi esfuerzo,
saltando tiempos,
guerra y gritos internos.

Hoy por hoy
sé que no tendré
con quién compartir ni disfrutarlo,
pero lo mejor está por venir.

Después de todo,
la vida es mía,
el amor está en mí
y en mi vida
están las mejores personitas
que abrazan mi sentir.

Empezar de nuevo
y disfrutar sin culpa,
reír sin miedo,
cantar al viento,
bailar en el tiempo
y amar lo que llevo dentro.

MGabriel Portilla

MÉXICO