Me encontré
bajo el gigante de largos brazos
que causó temor a Don Quijote.
Él, en plena batalla
entre su realidad
y su más bella locura,
abrazó los miedos.
Que de su amor
impregnó toda aventura,
luchando por alguien
que ni imaginaba
ser dueña de su cordura.
Mírame bien,
que quizás me perdí en tu amor
pero si eres sueño o realidad,
por siempre te amaré yo.
MGabriel Portilla
MÉXICO
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“No soy la de pelo espectacular,
ni la de cara bonita,
menos de cuerpo de diosa,
sólo soy yo y eso debe ser suficiente”.
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