cuando uno ama sin más,
cuando no hay razones
y solo siente el corazón.
Cierro los ojos
y puedo ir a ese momento
donde el alma te siento,
donde tú ya estabas ahí,
esperando por mí.
No sé si fue mi voz o el eco
que ya gritaba tu nombre,
tal vez mi sonrisa,
pero cuando viniste a mí
ya no había prisa ni silencios.
Ya todo era magia
y pensé quizás
sólo era un momento,
pero me envolviste
que ni siquiera sabía cómo eras,
mi alma te reconoció.
No fueron tus ojos
porque ni los había visto,
fue tu luz que iluminó
y a mis pasos guía,
no fueron tus labios
que una canción me cantaron,
fue el te quiero
y luego un te amo
que se te escapó.
Tampoco tus manos,
pues jamás imaginaría
que las tocaría,
fue la caricia sin tocar
y la pasión que puedes desbordar.
Tampoco tu cuerpo
que jamás tocaría,
es el abrazo que un día
me dio sin imaginar
que adicta me haría.
Y hoy puedo tener la dicha
de sentirte tan cerquita
a un beso,
a un te amo,
a un abrazo.
MGabriel Portilla
MÉXICO
porque ni los había visto,
fue tu luz que iluminó
y a mis pasos guía,
no fueron tus labios
que una canción me cantaron,
fue el te quiero
y luego un te amo
que se te escapó.
Tampoco tus manos,
pues jamás imaginaría
que las tocaría,
fue la caricia sin tocar
y la pasión que puedes desbordar.
Tampoco tu cuerpo
que jamás tocaría,
es el abrazo que un día
me dio sin imaginar
que adicta me haría.
Y hoy puedo tener la dicha
de sentirte tan cerquita
a un beso,
a un te amo,
a un abrazo.
MGabriel Portilla
MÉXICO
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