“Hay en el cielo, en el mar, en la flor, un detalle de amor, hay también en el atardecer, la poesía del nacer, en la belleza natural, yo contemplo lo digital, de esta mano que me creó”.
Cuántas veces nos sucede en la vida algo que, a primera vista, trastornara todos nuestros planes. Con frecuencia, la reacción instintiva es reclamar a Dios:
- “¿Por qué permites esto?” Y la respuesta parece no venir. Son momentos amargos como el limón, pero, para quienes aprenden a depender de Dios, los limones ácidos pueden transformarse en una deliciosa limonada.
Detrás de cada espina que aparece en nuestra vida, Dios siempre tiene una rosa para ofrecernos. Sólo que para sentir la maravillosa fragancia y ver la belleza de la flor, es preciso aprender a convivir con Dios.
- “A los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien”, dice Pablo. Bien sabía lo que estaba diciendo, pues en su vida llevaba una espina. En cierta ocasión pensó que no podría soportarla más y le pidió a Dios que le sacase ese aguijón de su carne:
- “Bástate mi gracia” fue la respuesta divina, y el tiempo se encargó de mostrarle a Pablo que Dios tenia razón; que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”.
Alejandro Bullon
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Alguna vez nos sucedió que algo nos amargó y nos sentimos muy desafortunados por ello?. ¿Creímos, además, que Dios se olvidó de nosotros o nos mandó eso como castigo? (hay incluso quien piensa que lo que nos sucede como negativo es castigo de Dios).
- ¿Se nos están presentando bien las cosas en la actualidad?, ¿qué pasaría si un día las cosas se nos tuercen?, ¿qué actitud adoptar?.
- ¿Cómo transformar una contrariedad, contratiempo, mal resultado de una acción,... en algo positivo para nosotros y nuestro entorno?.
- ¿Qué y cómo podrías hacer hoy para transformar los limones de tu vida en limonada, o lo que es lo mismo: saber sobreponerte a las adversidades?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario