Un esposo fue a visitar a un sabio
consejero, y le comentó que ya no quería
a su esposa, y que pensaba separarse
El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos
y tan sólo le dijo una palabra:
- “ÁMELA”. Luego se calló.
- “Pero es que ya no siento nada por
ella”, replicó el esposo.
- “ÁMELA”, repuso el sabio.
Y ante el desconcierto del esposo,
después de un breve silencio, agregó lo siguiente:
- “Amar es una decisión, no es un
sentimiento. Amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa
acción es el amor. El amor es un
ejercicio de jardinería: Arranque lo que
hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide. Esté
preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvia, pero no por eso
abandone su jardín. Ame a su pareja, es
decir: acéptela, valórela, respétela, dele afecto y ternura, admírela y compréndala. Eso es todo,
ámela".
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- Según el sabio ¿en qué consiste "amar"?. ¿Observas eso en los ejemplos que has observado hasta ahora?. ¿Cuál crees que es la causa principal de los divorcios o separaciones en las parejas?.
- Si en la actualidad tienes una relación estable ¿cómo llevan ambos esa relación de amor?, ¿en qué gestos concretos lo hacen consistir?.
- ¿De qué es síntoma el que "estemos buscando más el reproche al otro que el amar al estilo de como nos dice el sabio"?, ¿cómo reaccionar, cómo hacer para mejorar?.
- ¿A qué te comprometes hoy para demostrar más amor y sentir que esa acción responde a tus deseos de felicidad para contigo misma y para con tu pareja?.
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