Arnold Pointer un pescador profesional del sur de Australia cuenta cómo salvó de la muerte segura a un gran tiburón blanco hembra cuando quedó prácticamente enredado en sus redes de pesca.
Ahora el pescador tiene un problema: Él dice:
- "Desde hace dos años, no ando solo. Ella me sigue a todos lados cuando estoy en el mar, y su presencia ahuyenta a los demás peces. Yo no sé ya qué hacer para que no me siga más."
Es difícil deshacerse de un tiburón de 17 pies de largo, cuando los tiburones blancos son una especie protegida para su conservación, pero un afecto mutuo se ha establecido entre Arnold y "Cindy". Arnold dice:
- "Cuando paro el bote ella viene a mí, da vuelta sobre su costado y me permite acariciarla, ella emite gruñidos, entorna los ojos, y mueve sus aletas de felicidad..."
Un tiburón, un hombre, y un agradecimiento de corazón por SALVAR UNA VIDA.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Podría Arnold haber dejado morir al tiburón enredado entre las redes?, ¿qué razones crees que tuvo para liberarle de aquellas redes y devolverle vivo al mar?.
- ¿Cómo demuestra el tiburón hembra su agradecimiento afectuoso al pescador?, ¿por qué lo hace de esa forma tan "pegada"?.
- ¿Qué nos enseña esta historia y, en especial la forma que tiene el tiburón de demostrar su gratitud al pescador?; ¿hacemos notar a los demás nuestra gratitud por el bien que nos hacen o nos limitamos sólo a sentirla?.
- ¿A qué te comprometes hoy para demostrar tu gratitud a quien te hace bien?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario