No es preciso haberlas recibido o cosechado... ella mana milagrosamente de las recónditas alforjas de nuestro espíritu y del corazón.
Servir es servir a todos y a cualquiera que nos llame, no preferentemente a quienes, a su vez, puedan alguna vez servirnos a nosotros.
Servir es sembrar siempre... siempre... sin descanso, aunque sólo sean otros los que recojan y saboreen las cosechas.
Servir es mucho más que dar con las manos algo que tienes... es dar con el alma lo que tal vez... nunca nos fue concedido.
Servir es distribuir afecto, bondad, cordialidad, apoyo moral, amor por sí mismo y a veces, ayuda material.
Servir es repartir alegría, es infundir fe, estima, admiración, respeto, gratitud, sinceridad, honestidad, libertad, optimismo, confianza y esperanza.
Servir es... en verdad, dar más de lo que recibimos en la vida y de la vida...
"SERVIR ES SER COMO EL ÁRBOL DEL SÁNDALO.... QUE PERFUMA EL HACHA QUE EN OCASIONES LE HIERE".
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Es un verdadero servicio aquello que hacemos "para que más tarde nos devuelvan ése u otros servicios que nos reservamos pedir cuando llegue la ocasión"?.
- ¿Qué experimentamos cuando realizamos un servicio gratuito y generoso?, ¿sentimos eso mismo cuando nuestro servicio sólo busca una compensación?.
- ¿Cuál ha sido el mayor servicio que has recibido en tu vida?, ¿por qué y para qué crees que lo recibiste?.
- ¿Quiénes hay a tu lado que necesitan de tu servicio hoy mismo?, ¿qué puedes hacer para que tu servicio sea un bien para ellos y llene tu corazón de felicidad?.
La ley suprema de la vida es la Caridad, Dios es Caridad y dentro de ella la gratuidad. Todo nos es dado, la vida, la salvación, sólo tenemos nuestro sí a la llamada que el Señor nos hace a través de la banalidad de las circunstancias de cada día. En la vida como servicio está la realización de nuestra existencia.
ResponderEliminarUn abrazo. Lourdes.
Cierto, muy cierto. Si nunca nos olvidáramos de esto descubriríamos que esto del SERVIR no es carga alguna sino bien al contrario: sólo es consecuencia de haber sido conscientes de que hemos sido AMADOS. La vida es servicio y servir es alegría.
EliminarPero a veces... cuando no se tiene experiencia de ese AMOR o queda tan desdibujado por tanto palo y decepciones... uno puede llegar a pensar que no hay más nada más allá de estos nubarrones y que uno es lo que le dicen los demás que es; el fatalismo es la peor de las losas, nos sepulta vivos,... así que hay que sacar los brazos, hay que auparse y mirar, intentarlo al menos,... porque sí hay otra vida, sí hay esperanza, todo tiene un sentido y Él nunca se fue de nuestro lado.
Gracias por tu comentario Lourdes.