Hay que aprender a sonreír. En palabras de Bernard
Shaw, "¡El hombre que está siempre serio en esta vida demuestra que no ha
comprendido nada de nada!". Tener sentido del humor ayuda a ver los
problemas con mayor perspectiva y confianza. Por eso es un signo de madurez e
inteligencia que nos permite evitar ser esclavos de nosotros mismos.
La
vida está llena de incongruencias y hechos incomprensibles, tomar distancia de
ellos es una sabia actitud. Al relativizar la importancia de todo lo que nos
ocurre y acontece a nuestro alrededor, podremos tener una idea más clara de la
realidad.
Así que
dejemos de estar al servicio de las caprichosas marchas y contramarchas del
devenir. Reírse de uno mismo favorece el análisis y el discernimiento de
quienes somos. Es una vía de conocimiento por el cual accedemos a la conciencia
de nuestra pequeñez sin renunciar a nuestros deseos de trascendencia. El hombre
debe de ser su propio centro de referencia sin por ello incurrir en el
aislamiento, la ceguera o la insensibilidad.
¡Vamos, Sonríe!.
Reflexiones
de G.Khariz
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Con qué expresión o frase del texto anterior te quedas: cuál te sorprende o resaltarías especialmente y por qué?.
- Sonreir no es obligatorio para nadie, salvo para los políticos en campaña electoral; ¿qué es para ti "sonreir con sinceridad"?, ¿cuándo sueles hacerlo?.
- Y ¿qué es "tener sentido del humor"?, ¿es fácil o difícil tener "sentido del humor"?, ¿por qué?.
- ¿Para qué puede ser útil la sonrisa?, ¿qué beneficios aporta?.
- ¿Se puede sonreir en medio de las dificultades o los problemas?, ¿cómo conseguirlo?, ¿qué vas a hacer hoy para lograrlo?.
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