si con ellas acaricias el alma?,
¿cómo no besarlas
si son las que me toman
cuando necesito calma?.
Sus manos son perfectas,
son mágicas,
son las que me levantan.
Él es el cálido rayo de sol,
mi guapo,
él es mi razón
cuando llora el corazón.
Sus manos son
el complemento perfecto
a las mías
y su abrazo
es el sueño
donde el alba
nos despierta a la realidad.
Mirarnos fijamente,
como si ese instante
fuera el último,
como si no hubiera mañana,
como si él fuera mi todo.
MGabriel Portilla
Tulancingo Hidalgo, México
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