después de una guerra.
Quizás el alma
necesitaba saber
qué es lo que él sentía
y descansó en paz
en mi regazo.
Tal vez aún es tan niño
que necesita sentir
el abrazo de ese refugio
que a veces
nos abraza sin preguntas.
Yo también necesitaba sentir
cuán importante soy para él.
En medio del atardecer y la noche,
la magia de caminar de tu mano,
sentirte tan cerquita
y disfrutar de esos instantes.
En tus brazos
renacieron mis ganas
de un infinito beso
que nos llevó a renacer
y sentir que el amor,
una vez más,
nos llevó por esos lunares.
¿Sabes?, a veces
todo parece un sueño
del que no quiero despertar.
MGabriel Portilla
MÉXICO
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