mirada nefelibata,
abrazo en efervescencia,
palabras en elocuencia.
Y el amor, el amor ese,
se vistió de desenfreno,
donde la aurora envidia
ataraxia en desvelos.
Soñadora en iridiscencia,
reflejo serendipia,
amante en limerencia,
simple MaGa en epifanía,
alargando la agonía inmarcesible.
Mgabriel Portilla MÉXICO
MaGa TiCio
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