Su destino dejó
cual ave en tus manos,
Dejó los suspiros del cruel
dolor, que de un mal tormento
sufrió.
En tus manos su destino
postró y ella entre tus manos
cual agua esperó, en calma quedó.
Y un delirio del amor
se mueve al compás
de tu corazón.
Mgabrielportilla DRMexico
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