miércoles, 20 de mayo de 2015

El árbol de los problemas

Un carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y le hizo perder una hora de trabajo y después su antiguo camión se negó a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos.
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el coche.
Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que le había visto hacer un rato antes.
- "Oh, ése es mi árbol de problemas", contestó.
Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.
 Lo divertido es", dijo sonriendo, "que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué significa para ti este relato?. ¿Qué enseñanzas le encuentras?.
  • ¿Tienes tu "árbol de los problemas"... o más bien cuelgas constantemente, siempre, tus problemas en ti y en los demás que tienes alrededor?.
  • ¿Cómo podrías hacer para poder disfrutar de cada momento haciéndote bien a ti y a los demás?.
  • ¿Qué vas a hacer hoy en concreto para poder decir al final del día que supiste poner cada cosa en su sitio, valorarte y respetarte más al mismo tiempo que a los demás también?.

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