sábado, 31 de octubre de 2015

Quiero perdonar pero no puedo

Estábamos jugando un partido de fútbol y entre idas y venidas, carreras, pelotazos, alguna caída,... también inevitables empujones y alguna patada... cuando lo que sentí como una clara zancadilla me hizo caer de bruces al suelo todo lo largo que era.
No se dirigió a mí para ayudarme a levantarme, sólo algunos compañeros del mismo equipo; ni siquiera mostró ademán alguno que indicara querer disculparse. Pensé enseguida en buscar la manera de "darle una lección" pero... no llegaba la ocasión y mientras tanto el enfado se me fue pasando.
En una de ésas, sin embargo, saltando ambos por un balón alto le empujé con ganas y... obviamente lo notó; se dirigió a mí con palabras clarísimamente ofensivas a las que respondí con expresión de asombro como si la cosa no fuera conmigo.
El nivel de violencia verbal por su parte creció ostensiblemente y ahí ya dejé la serenidad a un lado y le respondí de la misma manera, hasta que acabado el partido... estuvimos varios días sin dirigirnos la palabra.
El domingo había Misa en el monasterio y sabía que él iba a ir y... yo también. "¡Problema!, tengo un problema", pensé, "porque él pasará a comulgar, hizo lo que hizo conmigo pero es una buena persona, muy buena persona,... y yo también quiero pasar a comulgar pero ¿cómo puedo recibir a Jesucristo en la Eucaristía y él también y sin embargo estar él y yo enemistados?".
Esto me tuvo en jaque toda la mañana y no hallaba respuesta.
En mi oración lo único que se me ocurría decir era:
- "Quiero perdonar y quiero pedir perdón... ¡pero no me siento con fuerzas de poder hacer ni una cosa ni la otra!, por eso te pido Señor que seas tú quien haga ambas cosas en mí. Quiero recibirte en la Eucaristía y quiero hacerlo en paz con todos mis compañeros también. No puedo hacer ambas cosas por separado".
Ya próxima la hora en que se iba a celebrar la Eucaristía salí de mi habitación muy meditabundo y triste porque seguía sin atreverme a resolver nada.
Sin embargo, al pasar por delante de la puerta de su habitación toqué con decisión y ésta se abrió al instante. Al verle sentí el impulso fuerte de darle un abrazo y él me correspndió con aquella misma fuerza. Las palabras vinieron después, salieron solas, mutuamente nos pedimos perdón y de camino a la capilla fuimos comentando todo lo que habíamos vivido en nuestro interior durante aquellos amargos días.
Aquella Eucaristía la viví como la expresión del milagro que unas horas antes le había suplicado a Dios y vi cuán grande es su AMOR y su poder cuando reconocemos nuestra pequeñez e imposibilidad de superar nuestras propias barreras.
Santi Catalán
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué experiencias hemos vivido similares a ésta en que tanto costaba perdonar y pedir perdón?. ¿Cómo se resolvieron?.
  • ¿Hay todavía cuestiones no resueltas y que nos están royendo por dentro?, ¿cómo podríamos resolverlas?. ¿Qué ayuda o ayudas necesitamos?.
  • ¿Qué actitudes necesitamos desarrollar en nosotros para que puedan producirse en nosotros milagros como el que esta experiencia real detalla?.
  • ¿A qué puedes compormeterte hoy para facilitar o posibilitar tu reconciliación con alguien con quien llevas mucho tiempo enemistado/a?.

jueves, 29 de octubre de 2015

Parcialmente nublado



CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:

  • ¿Qué diferencias hallas entre la cigüeña de la nube gris y las demás?.
  • ¿Qué motivos "objetivos" pudo tener para ser fiel constantemnete esta cigüeña a su nube?. ¿Qué razones podrían haberle impulsado a abandonar a esta nube para colaborar con otras y no con ésta?.
  • ¿Qué sería en nuestro caso vivir la nobleza, lealtad y fidelidad?. Pon ejemplos cotidianos que podamos encontrar.
  • ¿A qué te vas a comprometer hoy de manera que ello te ayude a ser más noble, leal y fiel a tus principios por encima de las dificultades?.

martes, 27 de octubre de 2015

Don Carlos

Acerca de Don Carlos, Obispo emérito de Talca, quien hizo de la síntesis de fe, una voz clara, portadora de mensajes francos, directos, bondadosos y al mismo tiempo esclarecedores.
Es parte de una historia, que trascendió a las fechas y nos sitúa en grandes momentos de la vida de nuestro pueblo, de Latinoamérica y de la Iglesia en el mundo.
Obispos como Manuel Larrain y Don Carlos, fueron parte de un grupo selecto de obispos que sumaron a la fe, la inteligencia, para hacer una lectura certera de la realidad y ofrecer, desde su palabra, nuevos caminos, para nuevas esperanzas.
¿Quién es este hombre, que siendo anciano, convocó a su lecho de enfermo, a tantos y tantas personalidades de la vida nacional y a personas humildes, que le expresan gratitud por ser como es, por hacer lo que hizo, por decir lo que otros por comodidad callan?. Ese hombre, que invitó a  Jesús a ser parte de su ministerio, y que abrió comillas para hacer suyas las palabras de García Márquez; existe la vejez; pero la muerte no llega con los años, sino con el olvido”. “Nadie te recordará por los pensamientos secretos, pide al Señor la fuerza y la sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos cuanto te importan”.
Ese obispo que  dejó el “monseñor” para el trato protocolar y que aceptó, como parte de su relación con la comunidad, que le dijeran sencillamente, Don Carlos; que lo hizo cercano y nuestro.
Acepta la vida con todo lo que ella trae, incluso la muerte, y la agradece, llama a Jesús y se alegra por la cercanía que viene, hace que quienes escriben desde la otra orilla de la fe, lo hagan conmovidos y sientan que lo que no puede el sentido de Dios, lo puede también el amor y la amistad.
Ese hombre que vive en paz, que es hermano del silencio, que escucha con inteligencia y habla con lucidez. Que cree que la gente es en verdad buena. Ese hombre alto, cano, de mirada potente y con los colores de la ternura. Ese que tomó uno a uno los desafíos para resolverlos. Ese obispo que hizo ver el error y la injusticia a los que derrocaron al Presidente Allende, masón y socialista, pero no para vencerlos, sino para convencerlos. El que no tenía miedo y fue el primero en perdonar en conciencia a los que le ofendieron como obispo. El que hizo de la opción preferente por los pobres una decisión y creó soluciones para los campesinos que necesitaban de apoyo y visión.
La libertad se quedó en su alma y dejó que la vida lo viviera con serenidad y alegría. Nos dicen que ahora, espera que se cumpla el momento con su lema episcopal: “Ven, Señor Jesús” y esperamos que ese encuentro sea como debe ser, amable, concreto y bueno. El obispo que cierra los ojos para ver y que deja que el silencio diga todo lo que sabe. Seguro que, como siempre, debe estar buscando respuestas nuevas para lo que no conocemos, para lo inesperado. Debe estar como decía, rezando por algo, nunca por nada, seguramente por la Iglesia, por su pueblo, por quienes le han dado con ternura el abrigo fundamental de sentirse querido, por la juventud y por los pobres, especialmente por los campesinos, por los que estamos al otro lado de la fe y nos unimos en amistad y cariño. Ese hombre, feliz de ser lo que es, ahora anciano y tan cercano de sus sueños, es el Obispo emérito de Talca, nuestro Don Carlos.
Por Samuel Jiménez Moraga.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué sensaciones te produce esta carta que escribió Samuel Jiménez Moraga haciendo mención al obispo Don Carlos?.
  • ¿Qué expresiones hallas en dicha carta de lo que "sencillez" significa?, ¿que crees que le ayudó a Don Carlos a vivir con esa sencillez?.
  • ¿Y nosotros/as?. ¿Cómo podríamos vivir de una manera más sencilla y más en paz con nosotros/as mismos/as?.
  • ¿Cuál va a ser tu compromiso de hoy para crecer en sencillez y que ésta la puedan notar los demás?.

domingo, 25 de octubre de 2015

Esto no funciona

"Lo que no funciona para controlar tus emociones", de eso va esta entrada.
Estas técnicas se han popularizado a través del boca a boca y mediante autores que no se han molestado en comprobar su base científica real. La utilidad de cada una de ellas para gestionar tus emociones es, cuanto menos, dudosa.

1. Intentar no pensar en lo que te preocupa.
De la misma forma que intentar no pensar en un oso polar blanco provocará que termines pensando en él por un efecto rebote, en estudios como este se ha demostrado que es muy difícil apartar las emociones de nuestra cabeza.
En el caso de las personas deprimidas, a las que constantemente les asaltan pensamientos negativos, se ha comprobado que es totalmente contraproducente intentar suprimir esas ideas porque terminan regresando con más fuerza todavía.

2. Relajarte y respirar hondo…
Es habitual que nos recomienden relajarnos y respirar hondo cuando estamos enfadados o muy ansiosos. Proviene de una tradición casi ancestral, como la de respirar dentro de una bolsa de plástico en un ataque de pánico.
Pero hay un inconveniente. Respirar hondo e intentar modular el diafragma no suele funcionar porque el componente fisiológico de las emociones suele ser poco importante.
Piensa en ello. En la mayoría de las ocasiones en que te has enfadado mucho, por ejemplo, estabas tranquilo antes de volverte irascible. Probablemente tenías un buen día hasta que un encontronazo con alguien te lo ha chafado, ¿me equivoco?.
Si un estado previo de relajación no ha podido evitar que te enfadaras, ¿por qué la gente cree que puede conseguirlo una vez ya estés enojado?.
¿Has recomendado alguna vez a alguien que se relajara cuando estaba enfadado?. Te habrás dado cuenta de que no suele funcionar demasiado bien. Es como si en lugar de escuchar a quien cree que ha sufrido una injusticia le recomendases que se callara y se tomase un tranquilizante.
Con esto no quiero decir que emplear habitualmente técnicas de relajación sea malo. De hecho meditar es bastante útil. Pero intentar relajarse una vez te han invadido las emociones es ir a tratar el síntoma y no la causa.

3. Liberar la tensión por otras vías.
Hubo un tiempo en que se pusieron de moda las actividades para liberar emociones. Talleres donde la gente se reunía para llorar o eventos donde directivos agresivos se ponían a romper platos.
Pues bien, resulta que los estudios psicológicos más recientes sugieren que este tipo de catarsis no funciona. Incluso puede ser negativa: sucumbir a la tentación de destrozarlo todo puede incrementar tu agresividad a corto plazo. Lo mismo ocurre con hacer ejercicio físico: aunque es bueno para tu corazón, no es capaz de tranquilizar tus emociones.
Las emociones no están contenidas dentro de nuestro cuerpo y necesitan salir como si fuéramos ollas a presión. Lo que necesitan es ser comprendidas para evitar que nos hagan daño.

4. Presionarte para tener pensamientos positivos. 
Hay un poco de controversia respecto el efecto de los pensamientos optimistas para regular las emociones. Si bien yo no diría que son capaces de hacerte pasar de un estado negativo a otro positivo, sí que pueden llegar a reducir la intensidad de una emoción negativa.
Las emociones se procesan casi en su totalidad a nivel inconsciente para luego pasar al terreno consciente, donde las percibes. Por este motivo, cuando eres consciente de ellas a menudo ya es demasiado tarde.
Sin embargo, buscar la parte positiva de cada situación sí que puede evitar que sigas auto-saboteándote. Si en lugar de pensar “No voy a poder con esto” empiezas a creer “Está complicado, pero lo puedo manejar” evitarás que tus emociones negativas se agraven.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué piensas de los argumentos del autor de este artículo para indicar que estas cuatro estrategias "no funcionan"?.
  • ¿Qué otras estrategias que a veces nos cuentan como buenas... resulta que tampoco te han funcionado?. ¿Cuáles crees que han sido las causas?.
  • Si acaso sí te ha funcionado alguna o algunas de éstas ¿a qué crees que es debido?. ¿Qué condiciones crees que son necesarias para poder controlar las emociones?.
  • ¿Cuál va a ser tu compromiso de hoy para corregir alguna tendencia que sabes que no te funciona y aún así insistes en ella a la hora de intentar controlar una emoción?.

viernes, 23 de octubre de 2015

Náufrago

Cuentan de un hombre que tras naufragar el barco en el cual viajaba tuvo la suerte de llegar a nado hasta una isla.
Ya en tierra firme inspeccionó los alrededores por si hubiera algo que indicara que aquello estuviera habitado por otras personas. Nada halló que lo indicara.
Como atardecía buscó algún lugar en el que descansar y que estuviera mínimamente protegido; eligió un recoveco entre unas rocas.
A la mañana siguiente se despertó con hambre y viendo que lo único que podía llevarse a la boca era algún pez que pillara en los rompientes del mar en la línea de costa pensó:
- "He de explorar mejor este terreno y ver si esto es una isla pequeña, grande o quizás es un continente".
Así lo pensó y así hizo. Se subió a una montaña que tenía cerca y desde lo alto... comprobó que aquello era sólo una isla y además de escasas dimensiones.
La recorrió en un par de días y sólo halló algunos cocoteros, insectos, pajarillos y muchas charcas que el mar formaba sobre la costa que quedaban cerradas una vez que la marea bajaba. Su suerte fue que en esas charcas solían quedarse atrapados algunos peces que durante semanas fueron su único sustento.
Su recoveco, donde pasaba las noches, empezó a ser incómodo y buscó fabricarse una choza en la que protegerse también de la lluvia y fuera más eficaz para el viento frío de la noche. Aunque ya había practicado con éxito la forma de hacer fuego... sus fogatas apenas aliviaban unos minutos.
Cuando ya la tuvo terminada comprobó que había sido un buen trabajo y cumplía plenamente sus espectativas hasta que cierto día... un día algo ventoso, cuando trataba de asar el pescado que había capturado, una brizna encendida se separó de la fogata y fue a caer a la techumbre de hojas de palmar seca de su cabaña y ésta en poco rato se vio envuelta en llamas sin que él pudiera hacer nada por apagar dicho incendio.
De su cabaña sólo quedaron sus cenidas y la nube de humo que se elevaba hacia las nubes.
Desconsolado gritaba a Dios haciéndole responsable de su gran desgracia por todo lo que le había pasado y por la salud que ya notaba debilitarse a medida que pasaban los días; entre llantos, sollozos y el cansancio se quedó dormido en el recoveco de semanas pasadas al que fue a refugiarse al acabar el día.
Al amanecer del día siguiente se despertó sobresaltado por unos hombres que habían desembarcado en la isla y lograron localizarle en aquel lugar.
Cuando él les preguntó:
- "¿Cómo sabían que yo estaba aquí, cómo han podido encontrarme?". Ellos repusieron:
- "Ayer un barco mercante divisó a lo lejos una humareda que se elevaba hacia el cielo y mandó señal de la incidencia. Recibimos notificación para explorar el origen de dicha humareda,... y aquí estamos".
Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos perder el control, porque nada carece de sentido. Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme.... puede ser simplemente una señal de humo.
Cuando parece que Dios te está quitando algo a lo que te estás agarrando en realidad sólo te está preparando para entregarte algo muchísimo mejor.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué hechos de los que vivió este náufrago catalogó como debidos a la buena suerte o gracias a su ingenio y esfuerzo?.
  • ¿Qué otros él catalogó como de mala suerte?. ¿Cuál de todos ellos fue el que le salvó la vida?.
  • ¿Qué hechos hay en tu vida a los que en su momento identificaste como negativos pero luiego te sirvieron para mejorar y emprender una vida mejor?. Pon algunos ejemplos.
  • ¿Cuál va a ser tu compromiso de hoy de manera que puedas superar la frustración ante situaciones que aparentemente sólo te están llevando a sentirte muy mal?, ¿qué vas a hacer para darles la vuelta y aprovecharlas para tu beneficio?.

miércoles, 21 de octubre de 2015

La sonrisa de Saint-Exupéry

Muchos conocen bien El Principito, un libro maravilloso escrito por Antoine de Saint-Exupéry. Es un libro que, sin dejar de ser un cuento para niños, es también un recurso maravilloso para estimular el pensamiento en los adultos.
Saint-Exupéry era un piloto de caza que luchó contra los nazis y murió en acción. Antes de la segunda guerra mundial, luchó también en la guerra civil española.
A partir de aquella experiencia escribió un cuento fascinante con el título de La sonrisa (Le sourire).
Éste es el relato que quisiera compartir con vosotros ahora. Aunque no está claro si la intención del autor era escribir un texto autobiográfico o de ficción, yo prefiero creer en la primera posibilidad.
Cuenta el autor que, capturado por el enemigo, lo confinaron en una celda. Por las miradas desdeñosas y el rudo tratamiento que recibió de sus carceleros, estaba seguro de que al día siguiente lo ejecutarían.
A partir de aquí contaré la historia tal como la recuerdo, con sus propias palabras.

«Estaba seguro de que me matarían, y me fui poniendo tremendamente inquieto y nervioso.
Repasé mis bolsillos en busca de algún cigarrillo que pudiera haber quedado en ellos pese al registro y encontré uno que, con manos temblorosas, apenas pude llevarme a los labios. Pero no tenía fósforos; eso sí se lo habían llevado.
Por entre los barrotes miré a mi carcelero, que evitaba mantener contacto conmigo.
Después de todo, nadie intenta mirar a los ojos a una cosa, a un cadáver. Decidí preguntarle: - ¿Tiene fuego, por favor?.
Me miró, se encogió de hombros y se acercó a encenderme el cigarrillo.
Mientras se acercaba para encender el fósforo, sin intención alguna, nuestros ojos se cruzaron. En ese momento, sin saber por qué, le sonreí.
Quizá fuera por nerviosismo, tal vez porque cuando dos personas están muy cerca una de otra es muy difícil no sonreír. En todo caso, le sonreí.
En ese instante fue como si se encendiera una chispa en nuestros corazones, en nuestras almas: éramos humanos. Sé que aunque él no lo quería, mi sonrisa pasó a través de los barrotes y provocó otra sonrisa en sus labios.
Me encendió el cigarrillo y se quedó cerca, mirándome directamente a los ojos, sin dejar de sonreír.
También yo seguí sonriéndole; ahora ya lo veía como a una persona, no como a un simple carcelero.
Pareció como si el hecho de que me mirara hubiera cobrado también una nueva dimensión.
- ¿Tienes hijos? —me preguntó.
- Si, mira.
Saqué la cartera y busqué las fotos de mi familia. Él también sacó las fotos de sus hijos y empezó a hablar de los planes y las esperanzas que ellos le inspiraban.
A mí se me llenaron los ojos de lágrimas. Le dije que temía no volver a ver nunca a mi familia, no poder llegar a verlos crecer. A él también se le humedecieron los ojos.
De pronto, sin decir nada más, abrió la puerta y sin añadir palabra me guió hacia la salida.
Ya fuera de la cárcel, silenciosamente y por callejas apartadas, me condujo fuera de la ciudad. Allí, ya casi en el límite, me dejó en libertad y, sin una palabra más, regresó.
Aquella sonrisa me había salvado la vida.
Sí, la sonrisa… el contacto espontáneo, natural, no afectado entre las personas.»
Antoine_de_Saint-Exupéry

Éste es un episodio que cuento en mi trabajo porque me gustaría que la gente pensara en que, debajo de todas las capas defensivas que construimos para protegernos, para proteger nuestra dignidad, nuestros títulos, nuestros grados, nuestro estatus y nuestra necesidad de que nos vean de tal o cual manera… por debajo de todo eso, sigue estando, auténtico y esencial, lo que somos.
No me asusta llamarlo alma. Realmente, creo que si esa parte de ti y esa parte de mí pudieran reconocerse la una a la otra, no seríamos enemigos. No podríamos sentir odio ni envidia ni miedo.
Con tristeza llego a la conclusión de que todos esos estratos que tan cuidadosamente vamos construyendo a lo largo de toda la vida, nos distancian de los demás y nos aíslan de cualquier auténtico contacto con ellos.
El relato de Saint-Exupéry nos habla de ese momento mágico en que dos almas se reconocen.
No he tenido más que unos pocos momentos como aquél. Enamorarse es un ejemplo y también observar a un bebé.
¿Por qué sonreímos cuando vemos un bebé?.
Quizá sea porque vemos a alguien que aún no tiene todas esas barreras defensivas, alguien que, bien lo sabemos, cuando nos sonríe lo hace de forma totalmente auténtica y sin engaños.
Y el alma de bebé que seguimos llevando dentro sonríe con melancólico agradecimiento.
Hanoch McCarty
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Era intención de Antoine de Saint-Exupéry hablandar al carcelero con su sonrisa, o más bien una simple manera de romper la frialdad de aquel momento que ambos compartieron?.
  • ¿Qué hubiera sucedido si, sumido en los sentimientso que provocaban su situación, hubiera renunciado a entablar aquella comunicación?.
  • ¿Qué experiencias personales recuerdas en las cuales una sonrisa ayudó a aliviar o incluso reparar situaciones difíciles?. ¿Qué nos enseña esto?.
  • ¿A qué puedes comprometerte hoy con tu sonrisa para que ésta sea capaz de tender puentes, enmendar algún roto o posibilitar alguna relación no intentada?.

lunes, 19 de octubre de 2015

12 expresiones nobles

1.- "Una posición eminente sin nobleza de carácter, culto sin veneración, prácticas funerarias sin sincero dolor: he aquí situaciones que no soporto". Confucio
2.- "El deber es la necesidad voluntaria, la carta de nobleza del hombre". Henri-Frédéric Amiel
3.- "Si sobrevienen males, oprimen y corrompen la felicidad, porque traen aflicciones; sin embargo, también en estos resplandece la nobleza". Aristóteles
4.- "Tenemos el deber, más allá de nuestras preocupaciones personales, más allá de nuestros hábitos cómodos, de fijarnos un objetivo por sobre nosotros mismos, y esforzarnos por alcanzarlo, desdeñando las risas, el hambre y la muerte. No sólo alcanzarlo. Un alma altiva cuando alcanza su objetivo, lo desplaza aun más lejos. No alcanzarlo, sino no detenernos nunca en nuestra ascensión. Es el único medio de dar nobleza y unidad a la vida". Nikos Kazantzakis
5.- "No habrá paz sin verdad ni amor sin nobleza". Miguel Abuelo
6.- "Para que podamos mirar y tocar sin pudor las flores, sí, todas las flores y seamos iguales a nosotros mismos en la hermandad delicada, para que las cosas no sean mercancías, y se abra como una flor toda la nobleza del hombre: iremos todos hasta nuestro extremo límite, nos perderemos en la hora del don con la sonrisa anónima y segura de una simiente en la noche de la tierra". Juan Ortíz
7.- "La verdadera nobleza consiste en saber valerosamente sufrir por los demás y no permitir que los demás sufran por nosotros". Thomas Carlyle
8.- "Pon más fuerza en la nobleza de tu carácter que en los mismos juramentos". Solón
9.- "La verdadera nobleza es caminar toda la vida con pasos que salen del corazón; que tus actos estén de acuerdo con tus ideas, aunque el precio sea alto". Rosa Montero
10.- "No hay otra nobleza que la de la virtud, el saber, el patriotismo y la caridad". José María Morelos
11.- "Su sangre y nobleza ofende quien honras hurtar porfía a oscuras, si no es que entiende que no merece de día lo que de noche pretende". Tirso De Molina
12.- "Llegar a ser lo que uno es, en forma consciente, es no traicionar ni desaprovechar la nobleza y el rango que, desde la cuna, se poseen". Victoria Camps

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • De todas estas frases que nos hablan de la nobleza ¿cuáles te llaman más la atención y por qué?.
  • Si tuvieras que asociar una imagen, una experiencia o un dato concreto que conozcas a cada una de esas frases que elegiste ¿qué imagen le pondrías, qué experiencia o dato contarías?.
  • ¿Cómo vivir los rasgos de la nobleza -como valor humano, no como título nobiliario- que estas frases dan a entender?.
  • ¿Qué puedes hacer hoy para crecer en nobleza de espíritu y tus actos, los que decidas vivir, muestren esa nobleza?.

sábado, 17 de octubre de 2015

Pescado fresco

Los japoneses siempre han gustado del pescado fresco. Pero las aguas cercanas a Japón no han tenido muchos peces por décadas. Así que para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros fueron fabricados más grandes para ir mar adentro.
Mientras más lejos iban los pescadores, más era el tiempo que les tomaba regresar a entregar el pescado. Si el viaje tomaba varios días, el pescado ya no estaba fresco.
Para resolver el problema, las compañías instalaron congeladores en los barcos pesqueros. Así podían pescar y poner los pescados en los congeladores. Sin embargo, los japoneses pudieron percibir la diferencia entre el pescado congelado y el fresco y no les gustaba el congelado; por lo tanto, tenían que venderlo más barato.
Las compañías instalaron entonces en los barcos tanques para los peces. Podían así pescar los peces, meterlos en los tanques y mantenerlos vivos hasta llegar a la costa. Pero después de un tiempo los peces dejaban de moverse en el tanque. Estaban aburridos y cansados, aunque vivos. Los consumidores japoneses también notaron la diferencia del sabor porque cuando los peces dejan de moverse por días, pierden el sabor fresco.
Y ¿cómo resolvieron el problema las compañías japonesas?, ¿cómo consiguieron traer pescado con sabor de pescado fresco?.
Si las compañías japonesas te pidieran asesoría, ¿qué les recomendarías?.

Mientras piensas en la solución, lee lo que sigue:
Tan pronto una persona alcanza sus metas, tales como empezar una nueva empresa, pagar sus deudas, encontrar una pareja maravillosa, o lo que sea, empieza a perder la pasión. Ya no necesitará esforzarse tanto. Experimentan el mismo problema que las personas que se ganan la lotería, o el de quienes heredan mucho dinero y nunca maduran, o de quienes se quedan en casa y se hacen adictos a los medicamentos para la depresión o la ansiedad.
Como el problema de los pescadores japoneses, la solución es sencilla y se resume en esta Frase:
"Las personas prosperan más cuando hay desafíos en su medio ambiente".

Y continuamos: Para mantener el sabor fresco de los peces, las compañías pesqueras ponen a los peces dentro de los tanques en los botes, pero ahora ponen también un ¡tiburón pequeño!.
Claro que el tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero muy vivos. ¡Los peces son desafiados!. Tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del tanque, para mantenerse vivos.

Cuando alcances tus metas proponte otras mayores. Nunca debes crear el éxito para luego acostarte en él. 
Así que, invita un "tiburón a tu tanque", y descubre que tan lejos realmente puedes llegar.
Unos cuantos "tiburones" te harán conocer tu potencial, que no te asusten sus "dientes ni sus trampas" tú sigue alerta, pero siempre "fresco" porque siempre habrá tiburones a donde vayas.
Estamos todos en el mismo sitio, donde siempre tendremos dificultades y ellas serán bienvenidas si las sabemos mirar como las oportunidades para encontrar nuevos caminos, para escuchar otras opiniones, para aprender nuevas maneras de ver la vida, para fortalecer nuestro espíritu y sacar lo mejor de nosotros mismos.
Autor: Anon.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué hubiera sucedido si los japoneses se hubieran resignado a cualquiera de las soluciones anteriores a la introducción de algún tiburón en sus balsas para los peces?.
  • ¿Te consideras como alguien que ya consiguió todo lo que quería encontrar en la vida?. O bien ¿qué metas te estás planteando alcanzar?. ¿Qué consecuencias trae el tener o no objetivos nuevos que conseguir?.
  • ¿Qué actitudes mantener o desarrollar en aquello que ya hemos logrado?, ¿y respecto a nuevas posibilidades aún por explorar?.
  • ¿A qué te vas a comprometer hoy para autosuperarte en aquello que veas que lo necesitas?.

jueves, 15 de octubre de 2015

Cómo controlar las emociones

Nietzsche afirmaba que "los pensamientos vienen cuando ellos quieren, y no cuando nosotros desearíamos".  (Otra cuestión es la decisión consciente de cada uno de "ponernos a pensar en aquello que queramos", pero a lo que Nietzsche se refiere es a esos pensamientos que aparecen en la mente de manera espontánea o bien a partir de una imagen, un sonido,... que nos recuerda vivencias, sentimientos,...).
Del mismo modo, tus emociones tampoco aparecen o desaparecen cuando tú lo decides. Pero, ¿es posible tener algún control sobre las emociones o debes resignarte a que dominen tus actos?.
¿Alguna vez te has preguntado por qué alguien es capaz de hablar en público sin aparentar nervios mientras que otra persona se viene abajo?. ¿Por qué hay gente que en una discusión sucumbe a la ira mientras otros mantienen la calma?.

¿Cómo controlar las emociones?.
Si bien tiene sentido que te sientas triste cuando te dan malas noticias, eso no significa que tu única opción sea quedarte llorando en un rincón (esa actitud probablemente te mantenga afligido durante más tiempo). Reconocer que estás triste a la vez que te fuerzas a ti mismo a hacer algo productivo te ayudará a sentirte mejor antes.

¿Decides tú cómo controlar las emociones?.
Hay muchas teorías al respecto. Algunos psicólogos creen que tenemos el control total sobre nuestras emociones y otros creen que no existe ninguna posibilidad de controlarlas.
Sin embargo hay investigaciones que concluyen que la forma en que interpretas tus emociones puede cambiar la forma como las vives. La forma en que reacciones frente una emoción en concreto condicionará cómo actúa sobre ti.
El orador que sufre frente la idea de hablar en público lo hace porque interpreta sus nervios como algo negativo, como una señal que le está enviado su cuerpo para que salga corriendo de allí.
Por otro lado, alguien que interprete esos mismos nervios como excitación y ganas de hacerlo bien probablemente tenga más éxito en su conferencia.
La moraleja es que tu cuerpo te proporciona la energía para hacer algo, pero cómo usar esa energía lo decides tú. Hay gente que paga dinero y hace horas de cola para subirse a una montaña rusa, mientras que otros no se subirían ni en sueños. Ambos sienten los mismos nervios, pero los interpretan de forma diferente: diversión frente terror.

Lo que ocurre cuando tus emociones se descontrolan.
No puedes evitar sentir emociones. Las emociones están ahí porque tienen una función evolutiva, un sentido biológico de supervivencia. Si nuestros antepasados no hubieran sentido miedo delante de una manada de leones u otros felinos, probablemente el ser humano no hubiera llegado hasta hoy en día.
La amígdala es la parte de tu cerebro encargada de disparar las emociones, como si fuera una respuesta automática en forma de agresión o huida frente una amenaza. Por eso es tan difícil controlar mediante la fuerza de voluntad el origen de tus emociones: significaría anular esta respuesta para la que estás programado genéticamente.
Este tipo de respuesta emocional es por lo tanto, necesaria. Sin embargo, en algunas personas no está correctamente regulada y puede ocurrir que:
  1. Se dispare en situaciones donde no existe una amenaza real (provocando la ansiedad).
  2. Sea incapaz de desactivarse con el paso del tiempo (como en la depresión). Por algún motivo, el cerebro entra en modo de supervivencia y se queda anclado ahí.
Cuando estás en fase de lucha-huida y la amígdala ha tomado el mando de tus actos, normalmente ya es demasiado tarde. Por eso debes aprender a actuar antes. Tienes que acostumbrarte a detectar aquellas señales que te indican que vas camino de no poder dominar tus emociones.
Esta es la única forma en que serás capaz de detener el proceso (o retrasarlo) antes de que sea demasiado tarde. Una vez las emociones te dominan, eres poco más que una bestia acorralada.

La verdad sobre las emociones negativas.
La teoría más reciente es que existen 4 tipos de emociones básicas que han evolucionado hacia el resto de sentimientos más complejos. Estas emociones son enfado, miedo, alegría y tristeza.
Existen algunas situaciones a las que nunca podrás acostumbrarte. Si todo te va mal, difícilmente podrás dejar atrás la sensación de miedo o ansiedad. Sin embargo, las emociones positivas suelen desaparecer a lo largo del tiempo. No importa cuanto dinero te toque en la lotería o cuán enamorado estés: las emociones positivas como el placer siempre terminan disminuyendo.
De hecho, en un estudio se determinó que la emoción que dura más es la tristeza. En concreto, dura hasta 4 veces más que la alegría.
En base a este panorama parece realmente necesario poder gestionar la intensidad de tus emociones para no sufrir tanto.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué conclusiones obtienes tras la lectura de este texto?.
  • Aunque fuese verdad que "no podemos evitar tener unas emociones u otras" ¿qué podemos hacer para tenerlas controladas y que éstas no condicionen nuestra conducta sino que dicha conducta la marquemos nosotros?.
  • ¿Qué estrategias te han funcionado bien para mantener control sobre tus emociones y sentimientos?. ¿Qué otras crees que podrías intentar?.
  • ¿Cuál va a ser tu compromiso de hoy para controlar mejor tus emociones o al menos para que ellas no te controlen a ti?.

martes, 13 de octubre de 2015

Ser tolerante no es igual a ser condescendiente

Ser tolerante no es sinónimo de aceptar todo lo que nos manifiesta el otro, ni de transigir en todas las ocasiones con las propuestas de nuestros semejantes. La tolerancia se basa en la capacidad para comprender al otro, pero sin fundirnos con él ni con los mensajes que nos transmite. Es decir, el tolerante es el que admitiendo las diferencias, no las agrede ni las ridiculiza y es respetuoso con los demás, aunque no claudica de su posición o criterio.
Somos tolerantes cuando aceptamos el fallo del otro (una mala maniobra con el automóvil, por ejemplo), una valoración negativa de nuestro quehacer o bien una posición contraria sobre educación, religión, política o la misma ideología sobre la vida. Y en todos esos casos, lo opuesto o diferente, no se vive como una agresión, sino como una autoafirmación del otro.
Así, ser tolerante en la familia, por ejemplo, implica un respeto mutuo entre todos sus miembros, siempre y cuando las opciones personales no perturben la estabilidad y el buen funcionamiento de todo el colectivo.
En este sentido, podemos afirmar que las relaciones humanas son como las cuerdas de una guitarra: necesitan de un tono especial (ni más ni menos) para funcionar adecuadamente; si se tensan mucho se rompen o por contra, no suenan bien.
Gráficamente lo expresaba Freud al afirmar que la convivencia entre los seres humanos se parece mucho a la relación de las amebas con su medio. Esos microorganismos, a través de sus pseudópodos, se relacionan con su entorno pero sin dejar que su núcleo se modifique. El ser humano deberá aprender a comunicarse con los otros, pero sin renunciar a su propia esencia y criterio. El tolerante, pues, no reniega de sus creencias o valores, pero al mismo tiempo tiende un puente de comprensión y de acercamiento hacia las ideas o actitudes de sus semejantes.
Se puede ser tolerante y no claudicar de las propias convicciones. Pero, para ser tolerantes se requiere un yo fuerte, no rígido, que admita al otro en toda su amplitud y que sus diferencias no se vivan como amenazas contra uno mismo. En definitiva, el intolerante es un ser débil que se defiende ante cualquier situación diferente o inesperada. Su debilidad le lleva a sentirse amenazado por todo lo que se sale de su esquema de valores. Su única respuesta es la descalificación y el rechazo.
Por esto, el gran antídoto contra la intolerancia es la asertividad: esa seguridad psicológica en nosotros mismos que nos permite, incluso renunciar a nuestros propios deseos, sin miedo a ser destruidos o que el otro nos anule.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • Según esto ¿qué diferencias hay entre una persona tolerante de otra intolerante?, trata de nombrar todas las posibles señaladas en el escrito.
  • ¿Cómo nos sentimos cuando alguien se muestra con nosotros de esa manera intolerante?. ¿Cómo creemos que se sentirán los demás cuando somos nosotros los intolerantes?.
  • ¿Es posible un diálogo honesto así?, ¿cómo construir ese diálogo o al menos no concluirlo de malas maneras a pesar de la intolerancia de una de las partes?.
  • ¿Cuál puede ser tu compromiso en el día de hoy para crecer en tlerancia respecto a los demás y también para que la intolerancia de otros no rompa la armonía contigo mismo/a y con tu entorno?.

domingo, 11 de octubre de 2015

El libro de la vida

Cada día la vida te ofrece una página en blanco del libro de tu existencia.
Tu pasado ya está escrito y no puedes corregirlo; en sus páginas amarillas puedes encontrar tu historia, algunas con suaves colores, otras con oscuros matices...
Recuerdos bellos de tiempos gratos o páginas que quisieras arrancar para siempre...
Este día tienes la oportunidad de escribir una página más. Está únicamente  en tus manos escoger los colores que tendrá, pues aún en la adversidad puedes poner matices de serenidad para convertirla en una bella experiencia.
¿Cómo escribirás el día de hoy? .
Sólo depende de tu voluntad y optimismo hacer que la página del día de hoy en el libro de tu vida, sea una página que en el futuro puedas atesorar como un bello recuerdo.
Si supieras que sólo vas a vivir un día más, ¿qué harías?.
Sin duda, te pondrías en paz con Dios y con los que te rodean, disfrutarías de los rayos del sol, de la suave brisa, de la alegría de tus hijos, del amor de tu pareja, de tantas bendiciones que la vida nos pone al alcance de la mano y que muchas veces no sabemos valorar.
Disfruta este nuevo día, haz un inventario mental de todas las cosas buenas que existen en tu vida y vive cada hora con buen ánimo, dando lo mejor de ti, no dañes a nadie y siéntete feliz de estar vivo, de poder regalar una sonrisa, de ofrecer tu mano y tu ayuda generosa.
Nunca es tarde para cambiar el rumbo y empezar a escribir páginas de dicha y paz en el libro de la vida.
Agradece a Dios el regalo que te da hoy y la oportunidad de convertir este día en una página bella del libro de tu existencia. Recuerda que a pesar de todas las situaciones adversas, está únicamente en tus manos vivir el día de hoy... como si fuera el primero, como si fuera el último, como si fuera el único en el libro de tu vida.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Y tú?, ¿qué harías si te dijeran que sólo te quedan 24 horas de vida?. ¿Y si fueran tres días?, ¿y si una semana?,... ¿un mes?,...
  • ¿A qué crees que se debe el que nos planteemos la vida de manera diferente según ese tiempo que nos queda de vida?.
  • ¿Para qué agarrarnos a actitudes o conductas que sabemos que no aportan sentido a nuestras vidas ni la llenan de significado ni felicidad?.
  • ¿Qué piensas hacer con el día en el que estás?, ¿a qué te comprometes para vivirlo de manera realmente nueva y renovadora?.

viernes, 9 de octubre de 2015

Regala flores

Hace más de treinta años que guardo, en mi "cajita de tesoros", la postal que una preciosa joven me envió, después de un campamento de verano. Jamás la volví a ver, pero su presencia aún me acompaña.
En aquellos tiempos había jóvenes y adolescentes muy lindas, igual que ahora, los tiempos no han cambiado tanto. Pero aún se escribían cartas y postales a mano. Nunca tiré aquella postal porque algún hilo mágico la ancló a mi interior. La última vez que la encontré revisando mi "cajita" me di cuenta de que voy camino de conseguir lo que aquella joven me escribió.
"Derrama flores por dondequiera que vayas, porque ya no volverás a pasar por el mismo sitio", dice aquella añeja postal. Es ciertamente un lema atemporal porque la verdad y la belleza no caducan. Pero es un mensaje que, en nuestra actualidad, recobra urgencia y sentido.
"Derrama flores". No derrames odio, ni amargura, ni rencor, ni prisas desmesuradas, ni prepotencias, ni malos modos. No derrames gritos, no ejerzas abuso de poder, ni siembres culpabilidad, juicio o condena, que dejen sin aliento al que nunca reclamó tan cruel sinceridad.
No siembres maltrato al mundo, ni a sus habitantes, sea cual sea su raza o condición. Ni abuses de los recursos naturales, ni arrimes el hombro a las causas de muerte. Nunca abuses del pobre, ni le mengües lo poco que le queda. No maltrates de palabra ni de obra.
"Derrama flores" siempre, siempre. Siembra y regala flores a tu paso. Derrama actos de bondad sobre este mundo herido, regala la bondadosa obra de tus manos, colorea con tu mejor hacer, ejerce todas tus capacidades para que nada se pierda.
Di una palabra de aliento al que necesita consuelo, también al que necesita estímulo y comprensión. Y si necesita más de una palabra, regálale un discurso completo. Dale tu tiempo y atención. Y regala tu suave presencia al que no pide, ni necesita, palabras ni discursos. Bríndale tu gesto de cercanía y mírale con los ojos del corazón. Permanece firme con el que tiene que enfrentarse a la prepotencia de la injustica, uno más uno suman mucho más que dos.
El bien tiene mil formas y colores. Hay que ponerlos todos en práctica para que no se diluyan. En este mundo nuestro pronto habrá que reinventar nuevos quehaceres para suplir los que se pierden. Nombrar a la mayor urgencia "cuidadores de palabras" para que no caigan en extinción las más valiosas. He aquí algunas que ya son verdaderas flores exóticas: ternura, compasión, misericordia, esperanza, cordialidad, humildad, bondad, sabiduría, paciencia, sosiego, responsabilidad, respeto, alegría, bien común... ¡Es imprescindible mantenerlas en uso!
"Derrama flores", siembra lo que eres y lo que tienes para que fructifique y se propague. Y hazlo "por dondequiera que vayas". No solo en tu casa y con los tuyos, no solo con los que son de tu cuerda y están a tu favor.
Llena los caminos de tu vida de colores que perduren. En la cola del autobús, en el supermercado o en la puerta del colegio. Con los que te dan información o te la piden, con los que necesitan de tu buen hacer profesional. En el trabajo en el que desgranas tantas horas, en la Residencia de la mamá anciana, con ella y con sus compañeros de rosario o dominó. Pon tu mejor ser y hacer en todo lo que tocas para que tus pasos no pisen ni hieran al caminante, sino que planchen caminos.
Hay bien pocos momentos extraordinarios en una vida. Algunos nacimientos, algunas muertes, el inicio o la culminación de un proyecto profesional, alguna enfermedad superada… Apenas unos días en la vida de una persona que se enfrentará normalmente a miles de horas de rutina. Por eso es imprescindible entender a fondo el extraordinario milagro que es la cotidianidad. Vivir "vivo" es un milagro y lo es en cada momento de nuestra vida. Es necesario educar el corazón y los sentidos para no convertir lo cotidiano en anodino.
"Porque no volverás a pasar por el mismo sitio", como la corriente del huidizo río. ¡Lo sabemos! Cada momento es único e irrepetible. Cada instante vivido con una persona es señero y original. Mañana tendremos otros, también nuevos, nunca iguales. Hay que velar para que los instantes no se vayan vacíos. No podemos permitirnos bostezar a la vida, ni vegetar con encefalograma plano, por muchas guindillas con que queramos engañar al cuerpo.
La vida nos da cada día una nueva oportunidad de pasar el examen, e incluso nos permite utilizar "chuletas" para superarlo. Pero pasamos demasiado tiempo adormilados, distraídos, auto agredidos, perdidos, casi muertos, como artificiales autómatas. Es importantísimo aprender pronto a vivir de verdad porque nuestro tiempo es muy corto. Los humanos vivimos cargados con el "virus del reloj" que nos va matando imperceptiblemente. ¡Cómo nos duele -cuando nos damos cuenta- lo que dejamos a medio hacer, lo que no sembramos o no recogimos!
Hay momentos que jamás deberían pasarse de puntillas. El irrepetible tiempo del noviazgo, la educación de los hijos, el descubrimiento y progreso interior, la ancianidad de los padres con fecha cierta de caducidad, las enfermedades y los momentos de hospital. No se pueden dejar al viento el don de los amigos, las relaciones que te reavivan o confortan, las sorpresas inesperadas del recodo del camino... Todo eso conforma el álbum de fotos de nuestro corazón.
Por eso hay que vivirlos bien conscientes, asentados en nuestra roca interior, exprimiendo las enseñanzas que enriquecen nuestra experiencia. No podemos pasar como un tren, arrastrados y sin dejar huellas exteriores ni interiores. Hay que aprender a caminar la vida y beberla como el mejor de los vinos.
"Derrama flores por dondequiera que vayas, porque ya no volverás a pasar por el mismo sitio", dice la postal que me regaló aquella joven. Es curioso cómo, poco a poco, esa frase se ha ido convirtiendo en uno de los ejes de mi vida. Sin saberlo, aquella mujer casi niña me sigue regalando flores porque su mensaje -bien regado- creció en mi corazón. ¡Ojalá que ella, tú y yo, sigamos sembrando nuestro entorno de colores!.
Rosa Mª Martínez del Agua

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué significado tiene para ti la frase "Derrama flores por dondequiera que vayas, porque ya no volverás a pasar por el mismo sitio"?.
  • ¿Qué significados tiene para la autora de este artículo?, ¿qué podemos aprender de su reflexión?.
  • ¿Cómo sería tu relación con tu entorno si adoptaras en todo unas actitudes más positivas que las que hasta ahora has adoptado?, ¿en qué consistirían esas actitudes positivas?.
  • ¿A qué te comprometes hoy para hacer crecer en ti la positividad?, ¿qué vas a hacer en concreto?.