lunes, 29 de junio de 2015

Enseñar a ser autónomos



Cuando enseñamos a nuestros hijos a “ser autónomos” ello les va a permitir madurar como personas libres y responsables, así como tomar decisiones y comportarse adecuadamente en función de su nivel de desarrollo personal en cualquier contexto en el que se desenvuelvan.
El desarrollo de la autonomía personal implica la adquisición y maduración de las capacidades personales esenciales, entre las que destacan: el autoconcepto, la autoestima, la autopercepción, el autocontrol emocional, la expresión adecuada de la contrariedad y los sentimientos, la empatía, la perseverancia, el respeto a los demás, el conocimiento de sí mismo, la toma reflexiva de decisiones y la responsabilidad ante decisiones y conductas personales.
Las capacidades y las destrezas de autonomía se desarrollan y aprenden desde el nacimiento y en el entorno familiar.
El desarrollo emocional y la afectividad se adquieren y maduran durante la niñez, a través de las interacciones con la madre, con los familiares y en el contexto social en el que el niño o la niña interactúan.
La educación y el desarrollo de las destrezas y habilidades de autonomía personal, de expresión de emociones y sentimientos y de empatía son funciones familiares, pues son los padres los que las desarrollan, a través de las relaciones paternas, de la educación familiar y del ejemplo que los niños y niñas reciben de los adultos con los que se relacionan en el contexto sociofamiliar.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:

  • ¿Por qué y para qué es importante que los niños aprendan a ser autónomos en la medida de sus posibilidades desde la más tierna edad?.
  • ¿De qué maneras concretas podemos ayudar a nuestros hijos a crecer en autonomía, de tal manera que dependan cada vez menos de los demás -sin detrimento del valor de aceptar la ayuda (que no sobreprotección) de quienes le rodean?.
  • ¿Qué cosas ahora mismo podría hacer nuestro hijo o hija por sí mismo?, ¿cómo orientarle para que logre hacerlo sin nuestra intervención?.
  • ¿Qué vas a hacer hoy en concreto para dar algunos pasos que aumenten la autonomía de tus hijos?.

sábado, 27 de junio de 2015

La crema invisible



Mario era un niño bueno, pero tan impaciente e impulsivo que pegaba a sus compañeros casi todos los días. Laura, su maestra, decidió entonces pedir ayuda al tío Perico, un brujo un poco loco que le entregó un frasco vacío.
- "Toma esta poción mágica que ni se ve, ni se huele. Dásela al niño en las manos como si fuera una cremita, y dejará de pegar puñetazos".
La maestra regresó pensando que su locuelo tío le estaba gastando una broma, pero por si acaso frotó las manos de Mario con aquella crema invisible. Luego esperó un rato, pero no pasó nada, y se sintió un poco tonta por haberse dejado engañar.
Mario salió a jugar, pero un minuto después se le oía llorar como si lo estuvieran matando. Cuando llegó la maestra nadie le estaba haciendo nada. Solo lo miraban con la boca abierta porque… ¡Le faltaba una mano!.
- "¡Ha desaparecido! ¡Qué chuli! ¡Haz ese truco otra vez!" - decía Lola.
Pero Mario no había hecho ningún truco, y estaba tan furioso que trató de golpear a la niña. Al hacerlo, la mano que le quedaba también desapareció.
Laura se llevó corriendo a Mario y le explicó lo que había ocurrido, y cómo sus manos habían desaparecido por usarlas para pegar. A Mario le dio tanta vergüenza, que se puso un jersey de mangas larguísimas para que nadie se diera cuenta, y ya no se lo volvió a quitar. Entonces fueron a ver al tío Perico para que deshiciera el hechizo, pero este no sabía.
- "Nunca pensé darle la vuelta. No sé, puede que el primo Lucas sepa cómo hacerlo…".
¡Qué horror!. El primo Lucas estaba aún más loco que Perico, y además vivía muy lejos. La maestra debía empezar el viaje cuanto antes.
- "Voy a buscar ayuda, pero tardaré en volver. Mientras, intenta ver si recuperas tus manos aguantando sin pegar a nadie".
Y Laura salió a toda prisa, pero no consiguió nada, porque esa misma noche unas manos voladoras -seguramente las del propio Mario- se la llevaron tan lejos que tardaría meses en encontrar el camino de vuelta.
Así que Mario se quedó solo, esperando a alguien que no volvería. Esperó días y días, y en todo ese tiempo aguantó sin pegar a nadie, pero no recuperó sus manos. Siempre con su jersey de largas mangas, terminó por acostumbrarse y olvidarse de que no tenía manos porque, al haber dejado de pegar a los demás niños, todos estaban mucho más alegres y lo trataban mejor. Además, como él mismo se sentía más alegre, decidió ayudar a los otros niños a no pegar, de forma que cada vez que veía que alguien estaba perdiendo la paciencia, se acercaba y le daba un abrazo o le dejaba alguno de sus juguetes. Así llegó a ser el niño más querido del lugar.
Con cada abrazo y cada gesto amable, las manos de Mario volvieron a crecer bajo las mangas de su jersey sin que se diera cuenta. Sólo lo descubrió el día que por fin regresó Laura, a quien recibió con el mayor de sus abrazos. Entonces pudo quitarse el jersey, encantado por volver a tener manos, pero más aún por ser tan querido por todos. Tan feliz le hacía tanto cariño que, desde aquel día, y ante el asombro de su maestra, lo primero que hacía cada mañana era untarse las manos con la crema mágica, para asegurarse de que nunca más las volvería a utilizar para pegar a nadie. 
Pedro Pablo Sacristán.


CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO
  • ¿Cómo es que Mario perdió sus manos?.
  • ¿Qué tuvo que hacer Mario para no acabar peor?. ¿Qué consecuencias tuvo el cambio de conducta que adoptó?.
  • ¿Qué nos enseña este cuento?. ¿Qué nos pasa cuando no ponemos ningún control a nuetras palabras, gestos o acciones?.
  • ¿Qué puedes hacer hoy para fortalecer tu autocontrol y lograr sentirte mejor contigo mismo y con tu entorno?.

jueves, 25 de junio de 2015

Familia de Hetauda



Desde que llegamos a Nepal nos invadió una extraña sensación: nos sentíamos como en casa, aunque la cultura y las personas de aquel país son muy diferentes. Fuimos a una casa de acogida que está en Hetauda, una ciudad del sur del Nepal. En la casa habían niños huérfanos, niños con discapacidades y niños con riesgo de exclusión social. Todos ellos, eran maravillosos.

Recuerdo de una manera muy especial el primer día que llegamos a la casa. Los niños estaban muy entretenidos haciendo pulseras junto a otras voluntarias. Yo me senté al lado de una niña y empecé a ayudarla a hacer pulseras. De repente, desde la otra punta de la sala, vino un niño, me dio una pulsera y me dijo:
- "This is for you, miss. Welcome miss". Después, empezaron a venir muchos otros niños y niñas y me llenaron las muñecas de pulseras. Más allá del valor de una pulsera de bolitas, este momento fue el inicio, fue el sentir que estos niños formaban parte de mí.

Estuvimos allí durante un mes. Durante un mes, todos los días desde las 5.30 de la madrugada hasta las 9 de la noche, hora en que los niños se acostaban. Fue un mes muy intenso. Jugamos juntos, les enseñábamos matemáticas e inglés, les curábamos heridas, los llevábamos al colegio, les servíamos la comida, los acompañábamos a dormir… Durante este mes fuimos como una familia.

La despedida fue muy dura. Estaba preparada para llorar, sabía que lloraría delante de los niños y no me importaba, pero no estaba nada preparada para ver como muchos de ellos se derrumbaban, llorando desconsoladamente. Esto nos superó, tanto a mí como a Adrián. A nuestro regreso, pasamos los primeros 15 días muy tristes intentando encajar que ya se había terminado todo y que no íbamos a volver a verlos más. Pero después de estas dos primeras semanas, decidí que no quería resignarme a esta realidad, que quería volver a Hetauda, que deseaba volver a ver a los niños, y no sólo esto sino que también quería seguir ayudándoles desde aquí. Porque la distancia no rompe los vínculos y en este caso fueron muy fuertes. Adrián de seguida se unió a mi idea y también recibimos el soporte incondicional de nuestros padres. Así empezó todo un 18 de setiembre de 2012, el día que tomamos la decisión de crear la ONG Familia de Hetauda.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO

  •  ¿Qué te llama la atención de esta historia?.
  • ¿Qué otras historias de generosidad, bondad, altruismo,... conoces y que aportan también un gran valor tanto a su trabajo como a las personas con las que interactúan?. (Te invitamos a que compartas alguna de la cual tengas experiencia tú mismo o hayas observado en otras personas).
  •  ¿Qué crees que necesitamos para adoptar actitudes y decisiones como la persona que relata la historia de la Familia de Hetauda?.
  • ¿A qué te vas a comprometer hoy para dar cauce a la generosidad altruista que hay también dentro de ti?.

martes, 23 de junio de 2015

Dimensiones de la afectividad


¿Qué significa ser maduros afectivos?. ¿Cómo podemos avanzar en nuestra propia madurez afectiva?. Son dos de las muchas preguntas que nos hacemos cuándo escuchamos la palabra afectividad o cuándo se nos dice que vamos a desarrollar el amplio tema de la madurez afectiva. Lo primero que tenemos que hacer es definir o acercarnos al concepto de afectividad. ¿Qué es la afectividad?. El psiquiatra español, Enrique Rojas, en su libro "Los lenguajes del deseo" dice lo siguiente:

“Es el modo en que somos impactados internamente por las circunstancias que se producen a nuestro alrededor. Es en la intimidad de la persona donde esto resuena, en la sacralidad de cada uno. La afectividad es un universo emotivo formado por un sistema complejo de sentimientos, emociones, pasiones, motivaciones, ilusiones y deseos. Cada uno tiene una geografía particular, pero su contenido se entrecruza, se combina, mezclándose, formando uniones lógicas y caprichosas que requieren ser estudiadas con rigor para adentrarnos en la selva espesa de la semántica afectiva”.

Rojas afirma que la afectividad está constituida por cinco vertientes:

En primer lugar lo físico; todas las manifestaciones afectivas tienen una resonancia somática, física, fisiológica aunque la diversidad en cantidad y calidad es muy variada. La máxima intensidad se da en las emociones y la mínima en los estados de ánimo y los sentimientos.

La segunda vertiente es la psicológica se refiere a las vivencias y experiencias interiores que dejan huella en nuestras existencias y en nuestras historias personales.

Conductas y comportamientos: Es así como se manifiesta al exterior la afectividad. Es la tercera vertiente.

La cuarta vertiente es la cognitiva, puesto que normalmente tras las emociones o sentimientos existen pensamientos, cogniciones, ideas y conceptos.

Rojas afirma que la quinta vertiente es la asertiva refiriéndose a las habilidades sociales, es decir, a la capacidad de relacionarnos con los otros. El ser humano vuelca sus afectos, emociones y sentimientos a los demás. También es posible que bloquee o no exprese adecuadamente dichos afectos y emociones.

Dimensión espiritual. Desde la mirada integral del ser humano no podemos olvidarnos de ella pues entra dentro plenamente de la afectividad.

La persona humana posee una dimensión espiritual. No es sólo materia e intelecto. El hombre es capaz de buscar y relacionarse con el ser supremo y con los valores trascendentales. El ser humano posee la capacidad de amar y ser amado. En lo más profundo de su ser tiene la capacidad de entregarse y servir a los demás, de amarse a sí mismo y de relacionarse con la naturaleza.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO
  • ¿Qué ideas claras te aportó este texto en relación con la afectividad?.
  • ¿Qué otras dimensiones o vertientes de la afectividad has hallado redactadas en otros autores o espacios en los que se habla de este mismo tema y que pueden enriquecer esta exposición?.
  • ¿Por qué y para qué te parece importante conocer estas vertientes de la afectividad?.
  • ¿Cómo puede shacer hoy para ser más consciente de tu afectividad y del modo en que ella se manifiesta o demuestra que está ahí?.

domingo, 21 de junio de 2015

Para curar el engreimiento

La Tierra es uno de los 8 planetas del Sistema Solar. En cuanto a dimensiones entre los 8 planetas ocupa el 5º lugar, ligeramente por encima de Venus, Marte y Mercurio.
Para hacernos una idea concreta, aquí van algunos datos iniciales:
Ceresplaneta enano antes considerado el mayor de los asteroides, con 975 km en su eje mayor y 909 km en el menor.
La Luna, de 3.474,8 km en su diámetro ecuatorial.
Plutón, de 2.390 km.
Mercurio, con 4.879,4 km en su diámetro ecuatorial.
Marte, con 6.804,9 km en su diámetro ecuatorial.
Sirio B, estrella enana compañera de Sirio, de unos 10.500 km, menor que nuestra Tierra.
 Venus, con 12.103,6 km.
Tierra, con 12.756,28 km.
Neptuno, con 49.572 km.
Urano, de 51.118 km.
Saturno, de 120.536 km.
Júpiter, de 142.984 km.
El Sol, de 1.392.000 km.
Sirio, de unos 2.200.000 km.
Pólux, de aproximadamente 9.000.000 km (8 a 9 veces el diámetro solar).
Arturo, de aprox. 22.132.000 km (15,9 soles).
Aldebarán, de aprox. 34.800.000 km (unos 25 soles).
Rigel, de unos 98.000.000 km (como 70 soles).
Betelgeuse, de aprox. 850.000.000 km (unos 650 soles).
Antares, de aprox. 975.000.000 km (unos 700 soles).
...
Así hasta donde hemos podido averiguar; no contamos con lo que desconocemos y ni siquiera adivinamos.
Ante esto cabría preguntarse: ¿A qué viene tanta soberbia por lo "grandes" que somos?,...
...si resulta que aparecimos en la Tierra cientos de miles de años después de otros seres vivos y nuestro genoma apenas se diferencia de otros animales,
...si nuestro tamaño tampoco es indicativo de magestuosidad cuando hay animales y plantas que multiplican por más de 100 nuestro volumen y peso,...
...si con demasiada frecuencia nuestra portentosa inteligencia es incapaz de superar el instinto animal (producimos guerras de manera maquiavélica, generamos injusticias, machacamos al debil deliberadamente y con premeditación,...),
...si todos nuestros afanes, preocupaciones, grandes proyectos, imperios, glorias y desastres,... se reducen a un diminuto planeta dentro de un pequeño sistema solar y éste en una de entre miles de galaxias,...
¿No será que nuestra actitud ha de ser otra?.
Aprendamos a ser humildes, a valorar nuestro entorno, aprender a convivir de manera armónica, aprendiendo de lo que nos rodea en lugar de tiranizarlo,... pues nada está ahí por casualidad, todo tiene un sentido, todos somos interdependientes.


CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué conclusiones obtienes de la observación de los datos expuestos?.
  • ¿Qué opinas de a invitación que encontramos en el comentario a esos datos -de entre muchísimos más que se podrían aportar?.
  • ¿Cómo cultivar la humildad sin negar el valor de nosotros mismos, de las cosas, de todo lo que nos rodea?.
  • ¿Qué puedes hacer hoy para hacerla crecer en ti y que esa humildad te lleve a obtener una mejor medida de ti mismo y a una mayor armonía con tu entorno?.