«El Reino de
los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero,
mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo,
y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la
cizaña. Los siervos del amo se acercaron a decirle:
- "Señor,
¿no sembraste semilla buena en tu campo?. ¿Cómo es que tiene cizaña?".
El les
contestó:
- "Algún
enemigo ha hecho esto."
Dícenle los
siervos:
- "¿Quieres,
pues, que vayamos a recogerla?".
Díceles:
- "No, no
sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos
crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: ‘Recoged
primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en
mi granero’"».
(Mt.13,24-30)
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Qué significan los distintos elementos de esta parábola: trigo, cizaña, el sembrador de trigo, el sembrador de cizaña, los siervos, la época de la siega, el granero?. (Jesús explica su significado en Mt.13,37-43).
- Si no siempre somos "trigo limpio": no siempre hacemos bien las cosas... ¿podemos suponer que también a los demás les ocurra lo mismo?. ¿Qué nos indica esto?.
- ¿Qué comportamientos nos invita a tener esta parábola con aquéllos cuyos hechos y actitudes no son "trigo limpio" o sencillamente son "opuestos a nosotros"?.
- ¿Qué puedes hacer hoy para mostrar tu empeño por ser trigo y al mismo tiempo mostrar tolerancia, respeto y amor al estilo de Dios por aquéllos que obran negativamente?.
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