En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café,
la mujer reparó a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero,
y dijo:
- ¡Qué sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero!. Quizás
necesita un jabón nuevo... ¡Debiera ayudarla a lavar las sábanas!.
El marido miró y quedó callado.
Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina
tendía sus ropas al sol y el viento.
Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo
las sábanas limpísimas, y dijo al
marido:
- ¡Mira, aprendió a lavar la ropa!. ¿Le enseñaría alguien?.
El marido le respondió:
- ¡No, hoy me levanté más
temprano y lavé los cristales de nuestra ventana!.
Todo
depende de la limpieza de la ventana, a través
de la cual observamos los hechos. Antes de criticar, quizás sería
conveniente verificar si hemos limpiado el corazón para poder ver más claro. Entonces podremos ver claramente la limpieza
del corazón de los demás.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- El marido podría haber limpiado antes los cristales de las ventanas y no limitarse sólo a escuchar la equivocación de su esposa, pero... ¿es cierto que "todo es según el color del cristal desde el que se mira"?. ¿Qué nos enseña eso?.
- ¿Por qué solemos ver antes los defectos de los demás que los nuestros?, ¿para qué utilizamos la dinámica de andar juzgando lo que hacen los demás en vez de analizar de la misma manera lo que hacemos nosotros?.
- ¿Y respecto a ti misma?, ¿eres comprensiva contigo misma y no juzgarte constantemente de forma negativa?. ¿Reconoces que en realidad ni eres tan desastre ni tan perfecta como puedas pensar sino que eres un ser dinámico capaz de cambiar y hacer las cosas de otra manera si así te lo propones?.
- ¿Qué podrías hacer hoy para juzgar menos, a ti misma o a los demás, y hacer más?, ¿cómo lo vas a llevar a cabo?.
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