sábado, 9 de marzo de 2024

¿Quién diría?

El olor a sangre
quedó impregnado en mi cama
cuando las venas,
por un tirón, se mutilaban;
no siempre la osadía era buena.


¿Quién diría que la tinta
con la que te escribía
era mi sangre, era mi corazón
y todo el amor que convertiste en dolor?.


Sigue diciéndome cuánta hipocresía,
cuánto mentir cuando
cada palabra de ti salía,
toda la verdad relucía
y matabas todo en mí.


Me mataste tan lento
que no sabía qué decir,
que la vida lentamente
minaste entre las puñaladas…
que el pago por este sentir.


Ya no dejaste nada,
en mi nada quedó mi sentir...


MGabriel Portilla

MÉXICO


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