jueves, 4 de septiembre de 2025

Un abrazo con sabor a vida

"Un abrazo con sabor a vida me dio,
y me dijo que sólo quería
darme un abrazo.
Lo acepté simplemente,
lo necesitaba,
no quería decir palabra alguna
ni explicar mi tristeza.


Sólo quería sentir,
después de tanto tiempo,
después de todo lo vivido,
un abrazo real y sincero.


Sólo notó mi dolor
que consumía mi sonrisa,
ya no tenía brillo en la mirada,
la sal del mar que se desbordaba
ya era imparable.


Me encontró en soledad
y esta vez juré
no contar mis debilidades.


Sólo me dejé abrazar
y juro que su abrazo sabía a vida.


No preguntó nada,
sólo arrancó mi sobriedad.


Me sentía tan mal del cuerpo,
que está tan delgado,
pero lo que sí,
mi alma moribunda
encontró una gotita de felicidad.


Aún no sé cómo un abrazo repara,
cómo un latido se vuelve ritmo cardíaco
y cómo una caricia se vuelve esperanza.

Nunca estamos realmente solos y,
aunque no sea lo añorado,
siempre habrá un abrazo
con sabor a vida."


MGabriel Portilla
Tulancingo Hidalgo, México

No hay comentarios:

Publicar un comentario