No es una afirmación absoluta, es la constatación o conclusión que se puede obtener fácilmente cuando observamos que "hay alguien que se expresó más que bien pero sin embargo cada cual entendió algo bien diferente", a juzgar por las diferentes reacciones.
¿Qué quiere decir esto?... pues quiere decir que "no basta con que el que habla lo haga bien" sino también hay que tener en cuenta "qué personaje tiene cada cual dentro de sí en ese instante" que nos lleva a ser "malos escuchadores".
Bernard
Ferrari en The executive’s guide to better listening (La
guía del ejecutivo para escuchar mejor, McKinsey Quarterly) establece seis
tipos de malos escuchadores:
1- El opinador: escucha simplemente para dilucidar si las ideas
de los demás coinciden con las suyas.
2- El gruñón: escucha con desprecio y, como mucho, acepta que la
conversación es un mal necesario.
3- El retórico: su especialidad es sacar a colación temas que no
vienen al caso.
4- El perseverante: las mujeres y hombres que hablan mucho sin
decir nada y que ajustan y definen sus ideas sobre la marcha.
5- El respuestas: personas programadas para dar soluciones,
incluso aunque no exista un problema.
6- El impostor: personas que asienten con gestos y que parecen
escuchar atentamente, cuando en realidad están en otro mundo y no les interesa
nada de lo que se dice.
- ¿Alguna vez has escuchado como alguno o algunos de estos escuchadores?, ¿con cuál?. ¿Qué razones te llevaron a "escuchar" de esa manera?.
- ¿Cómo definirías un "buen escuchador"?. ¿Qué actitudes y acciones ves necesario desarrollar para escuchar adecuadamente?.
- ¿Te gusta que te escuchen bien?, ¿por qué?. ¿Crees que es bueno aprender a escuchar adecuadamente a los demás?, ¿qué beneficios se derivan de ESCUCHAR bien, adecuadamente al otro?.
- ¿Qué vas a hacer hoy para demostrar mayor y mejor escucha de quienes te rodean?.
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