El
Mulá Nacerdin llegó a la ciudad con mucha hambre y sin ningún dinero. Al pasar
delante de una panadería le atrajo el aroma irresistible de los panes recién
salidos del horno, entró y le preguntó al panadero:
- “¿Estos panes tan deliciosos
son suyos?.”
+ “Sí, claro que
son.”
- “Y ¿estos bollos
tan apetitosos son también suyos?.”
+ “Claro que sí, yo
mismo los acabo de amasar y hornear con mis propias manos.”
- “¿Y estas hogazas,
grandes, tan hermosas, también son suyas?.”
+ “¿No le digo que
sí?. Todos estos panes son míos y totalmente míos.”
- “Pues ¿por qué no
se los come, buen hombre?”. Exclamó el hambriento Nacerdin,
desesperado de que el torpe panadero no entendiera sus insinuaciones y le
regalase alguno de sus deliciosos panes.
¡No
entendía!. ¡No se daba cuenta!.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Qué enseñanzas encuentras en este breve cuento?. ¿Qué podía haber hecho Nacerdin para que el panadero entendiera claramente lo que él quería?; ¿qué cualidad parecía brillar por su ausencia en el panadero y que le impedía captar las insinuaciones de Nacerdin?.
- ¿Qué hechos o situaciones observas en el mundo de hoy en los que se evidencia que hay una gran insensibilidad hacia los problemas o necesidades de otras personas?. ¿Se podría hacer algo para crear mayor sensibilidad en las personas?, ¿qué, concretamente?.
- ¿Observas en ti misma "falta de sensibilidad" hacia las necesidades o problemas de las personas con quienes te relacionas a diario?, ¿en qué lo notas?. Cita, también, ejemplos de que realmente sí eres sensible a esas situaciones de necesidad y expresa "en qué se traduce esa sensibilidad".
- ¿Cómo puedes hacer para crecer en mayor sensibilidad hacia los demás y sus necesidades?, ¿a qué te comprometes hoy y aquí para dar pasos al respecto?.
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