miércoles, 29 de julio de 2015

Educar en la libertad

Educar la libertad significa, entre otras cosas:
  1. Ayudar a preguntarse a uno mismo qué significa ser libre, y a adquirir conciencia de que la respuesta no es ni evidente ni inalcanzable.
  2. Entender que no hay una vida sensata si uno no tiene mínimamente presente esa pregunta y reflexiona sobre las alternativas que se le presentan.
  3. Saber que muchas de esas alternativas serán contrarias a las propias inclinaciones o apetencias, o a las de la época en que uno vive.
PARA EDUCAR A NUESTROS HIJOS EN LA LIBERTAD:
  1. Ofrecer la verdad. Hacer pensar.
  2. Aprovechar las ocasiones que ofrece la vida familiar para hablar con los hijos, potenciando su sentido crítico.
  3. Enseñarles a no aceptar acríticamente lo que presentan los medios de comunicación.
  4. Fundamentar lo que se dice. Distinguir la verdad objetiva de la opinión personal.
  5. Enseñarles a considerar las cosas y a razonar, para que no se dejen arrastrar por estados emocionales pasajeros y a no juzgar con precipitación.
  6. Exponer las razones, los motivos que aconsejan actuar de un modo u otro.
  7. Ayudarles a prever las consecuencias de sus decisiones libres.
  8. Enseñarles a sopesar las razones y argumentos de las distintas opiniones.
  9. Enseñarles a buscar sinceramente la verdad y a ser coherentes.
  10. Respetar a la persona. Comprender. Confiar.
  11. Respetar las inclinaciones y aptitudes que Dios ha dado a cada uno.
  12. No violentar a nadie, no forzar, no pedir imposibles.
  13. Reprender, cuando sea necesario, sin insultar ni humillar.
  14. Ofrecer confianza.
  15. Escuchar con atención, esforzándose por comprenderlos, pues no hay clima de libertad si el diálogo sereno no preside la relación interpersonal.
  16. Estar abierto a los aspectos positivos de cualquier nueva manifestación cultural o estilo de vida.
  17. Reconocer que tienen razón en tantas ocasiones.
  18. Hablar con claridad, sin avasallar.
  19. Ayudar a comprender que hacer lo que se debe, supone casi siempre un considerable esfuerzo.
  20. Valorar el esfuerzo, no el éxito. El trabajo bien hecho, más que el trabajo.
  21. Fortalecer la voluntad con el ejercicio de las virtudes.
  22. Estimular la responsabilidad. Exigir.
  23. Estimular y exigir un comportamiento correcto. Ser ejemplo de esfuerzo por practicar las virtudes.
  24. Animarles a arriesgarse, a ser valientes, a responder de lo que hacen, sin esconderse en el anonimato.
  25. Ayudarles a volver a empezar una y otra vez, sin dejarse vencer por el desánimo.
  26. Proporcionar ocasiones de asumir responsabilidades, de acuerdo con sus posibilidades, en la vida familiar y escolar.
  27. Fomentar la participación activa y responsable en la familia mediante los encargos o la ayuda entre hermanos o compañeros.
  28. Respetar sus decisiones responsables, aunque no nos gusten.
  29. Ayudar a encauzar rectamente sus afanes e ilusiones.
  30. Proporcionar ocasiones de ejercitar la autonomía, el autodominio, la iniciativa, la capacidad de decidir y la participación.
  31. Animar a que organicen por su cuenta algunas actividades y a que participen responsablemente en otras.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿En qué te ayudó este artículo a clarificar lo que significa "ser libre"?. ¿Cuáles son a tu juicio las diferencias entre "libertad" y "libertinaje"?.
  • De todas las estrategias que el artículo muestra para educar a los niños en una mayor y mejor libertad ¿cuáles de ellas destacarías especialmente y por qué?.
  • ¿Hay otras que tú añadirías?, ¿cuáles?.
  • ¿Cuál va a ser tu compromiso de hoy para poner en práctica algunas de las estrategias que esta entrada plantea para educar a los hijos en la libertad?.

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