Educar en la libertad
Educar
la libertad significa, entre otras cosas:
- Ayudar
a preguntarse a uno mismo qué significa ser libre, y a adquirir conciencia de
que la respuesta no es ni evidente ni inalcanzable.
- Entender
que no hay una vida sensata si uno no tiene mínimamente presente esa pregunta y
reflexiona sobre las alternativas que se le presentan.
- Saber
que muchas de esas alternativas serán contrarias a las propias inclinaciones o
apetencias, o a las de la época en que uno vive.
PARA EDUCAR A NUESTROS HIJOS EN LA LIBERTAD:
- Ofrecer
la verdad. Hacer pensar.
- Aprovechar
las ocasiones que ofrece la vida familiar para hablar con los hijos,
potenciando su sentido crítico.
- Enseñarles
a no aceptar acríticamente lo que presentan los medios de comunicación.
- Fundamentar
lo que se dice. Distinguir la verdad objetiva de la opinión personal.
- Enseñarles
a considerar las cosas y a razonar, para que no se dejen arrastrar por estados
emocionales pasajeros y a no juzgar con precipitación.
- Exponer
las razones, los motivos que aconsejan actuar de un modo u otro.
- Ayudarles
a prever las consecuencias de sus decisiones libres.
- Enseñarles
a sopesar las razones y argumentos de las distintas opiniones.
- Enseñarles
a buscar sinceramente la verdad y a ser coherentes.
- Respetar
a la persona. Comprender. Confiar.
- Respetar
las inclinaciones y aptitudes que Dios ha dado a cada uno.
- No
violentar a nadie, no forzar, no pedir imposibles.
- Reprender,
cuando sea necesario, sin insultar ni humillar.
- Ofrecer
confianza.
- Escuchar
con atención, esforzándose por comprenderlos, pues no hay clima de libertad si
el diálogo sereno no preside la relación interpersonal.
- Estar
abierto a los aspectos positivos de cualquier nueva manifestación cultural o
estilo de vida.
- Reconocer
que tienen razón en tantas ocasiones.
- Hablar
con claridad, sin avasallar.
- Ayudar
a comprender que hacer lo que se debe, supone casi siempre un considerable
esfuerzo.
- Valorar
el esfuerzo, no el éxito. El trabajo bien hecho, más que el trabajo.
- Fortalecer
la voluntad con el ejercicio de las virtudes.
- Estimular
la responsabilidad. Exigir.
- Estimular
y exigir un comportamiento correcto. Ser ejemplo de esfuerzo por practicar las
virtudes.
- Animarles
a arriesgarse, a ser valientes, a responder de lo que hacen, sin esconderse en
el anonimato.
- Ayudarles
a volver a empezar una y otra vez, sin dejarse vencer por el desánimo.
- Proporcionar
ocasiones de asumir responsabilidades, de acuerdo con sus posibilidades, en la
vida familiar y escolar.
- Fomentar
la participación activa y responsable en la familia mediante los encargos o la
ayuda entre hermanos o compañeros.
- Respetar
sus decisiones responsables, aunque no nos gusten.
- Ayudar
a encauzar rectamente sus afanes e ilusiones.
- Proporcionar
ocasiones de ejercitar la autonomía, el autodominio, la iniciativa, la
capacidad de decidir y la participación.
- Animar
a que organicen por su cuenta algunas actividades y a que participen
responsablemente en otras.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿En qué te ayudó este artículo a clarificar lo que significa "ser libre"?. ¿Cuáles son a tu juicio las diferencias entre "libertad" y "libertinaje"?.
- De todas las estrategias que el artículo muestra para educar a los niños en una mayor y mejor libertad ¿cuáles de ellas destacarías especialmente y por qué?.
- ¿Hay otras que tú añadirías?, ¿cuáles?.
- ¿Cuál va a ser tu compromiso de hoy para poner en práctica algunas de las estrategias que esta entrada plantea para educar a los hijos en la libertad?.
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