Si te parece que te falta camino por recorrer
para considerarte una persona con iniciativa/proactiva, te aconsejaría dar los
siguientes pasos:
EMPEZAR POR reflexionar sobre los momentos de tu vida en los que sí has
sido una persona decidida, proactiva. ¿Qué situaciones fueron ésas?; ¿cómo lo
hiciste?; ¿qué resultados obtuviste?; ¿cómo afrontaste los fracasos si los hubo?
(en cada situación concreta). Este paso te ayuda a darte cuenta de que todos
somos proactivos en alguna ocasión, aunque la mayoría de personas sean casi
siempre más bien reactivas. Te servirá para adquirir más confianza en ti mismo y
tus posibilidades.
1. Establece
cuál es tu visión de futuro. ¿Dónde te gustaría estar de aquí a X periodo de
tiempo?.
2. Plasma por
escrito en qué aspectos de tu vida te gustaría ser capaz de tomar iniciativas,
pero de momento no las estás tomando, como por ejemplo: Crear una empresa,
buscar pareja, hacer un viaje sol@, aprender a cocinar, perder peso, dejar de
fumar, etc, etc.
3. Confronta
las ideas irracionales que te surgen y que te paralizan, o pensamientos de
naturaleza más reactiva que proactiva, tratando de identificarlos y anotarlos.
Por ejemplo, una idea irracional sería “No voy a poder afrontar esta situación,me siento inútil”. La idea
contraria o racional sería: “Aunque la situación es complicada, si estudio las
alternativas y me preparo bien, puedo salir exitoso de ella”. Una idea de naturaleza reactiva sería: “Ya iré
viendo cómo se suceden los acontecimientos para tomar una decisión”. La idea contraria o proactiva sería: “Voy a
tomar una decisión hoy mismo, tras estudiar las alternativas y posibilidades”. Cambiar de un pensamiento reactivo a otro proactivo puede
llevar tiempo, puesto que si desde la infancia hemos sido “programados” para la
reactividad, es difícil cambiar este hábito. Por eso es necesario un
entrenamiento intensivo para lograr el cambio, y que las nuevas ideas se graben
en el cerebro hasta hacerse tan automáticas como lo eran las ideas reactivas. Es
muy importante por tanto que durante un tiempo determinado te dediques a
“cazar” esos pensamientos que te paralizan y transformarlos, primero por
escrito y luego ya solo mentalmente, en ideas proactivas. Y sobre todo esas
ideas tiene que ir encauzadas hacia perder el miedo al fracaso, que es el mayor
paralizador que existe. Pasar de: “ Si fracaso me sentiré un inútil/un fracasado/nadie me
apreciará” a: “Si fracaso al menos sabré qué no debo hacer la próxima
vez/tendré experiencia/me valorarán y me valoraré yo más si aprendo de ese
fracaso y sigo adelante”.
4. Indica ahora los pasos que deberías dar para alcanzar tu
visión, o una meta concreta, o para evitar un problema que se avecina. Comienza
dando pequeños pasos, para ir agrandándolos con el tiempo, hasta alcanzar la
meta, o evitar el problema definitivamente. Los pasos, además, deberán tener
fecha-tope de realización, y deben ser muy específicos. No te preocupes si
luego esas fechas van variando. Lo importante es que vayas controlando los
avances. A veces los acontecimientos hacen que tengas que variar el rumbo o
alargar en el tiempo la consecución de tu meta.
5. Recompénsate por cada paso dado, al principio, y por cada
cierto número de pasos cada vez mayor, a medida que vas llegando a tu meta.
Esto te ayudará a seguir motivado.
6. Para fomentar la proactividad y la generación de ideas innovadoras entre otras personas, por ejemplo entre tus hijos, tus alumnos o las personas que tienes a tu cargo en el trabajo, puedes ayudarles con los pasos anteriores. Pero antes síguelos tú, para dar ejemplo.
6. Para fomentar la proactividad y la generación de ideas innovadoras entre otras personas, por ejemplo entre tus hijos, tus alumnos o las personas que tienes a tu cargo en el trabajo, puedes ayudarles con los pasos anteriores. Pero antes síguelos tú, para dar ejemplo.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Qué te parecen estas 6 recomendaciones?. ¿Cuáles de ellas destacarías especialmente y por qué?.
- Una de las recomendaciones (la 3ª) habla de nuestros propios pensamientos: saber darles la vuelta. ¿Por qué es tan importante trabajar los mensajes que nos transmitimos a nosotros mismos?.
- En tu caso concreto ¿qué necesitas para hacer crecer tu iniciativa y fortalecerla?. ¿cómo poner en práctica estas ideas para que te puedan servir?.
- ¿Qué te comprometes a hacer hoy para evidenciar que ya estás adoptando una actitud más proactiva?. ¿Qué vas a hacer también para que tus hijos vayan adquiriendo este valor?.
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