sábado, 25 de enero de 2014

La pregunta más importante.

Durante mi segundo semestre en la universidad de medicina, nuestro profesor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas. Hasta que leí la última:
"¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia todos los días nuestro salón aquí en la universidad?”.
Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba el salón. Era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre?. Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco.
Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen.
"Absolutamente", dijo el profesor, "en sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen su atención y cuidado, aunque sólo les sonrían y digan: ´¡Hola!´”.
Nunca olvidé esa lección. También aprendí que su nombre era Dorothy.


CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué razones podían tener estos estudiantes para no haber valorado el saberse el nombre de la persona que limpiaba aquella sala?. ¿Qué opinas de la respuesta del profesor ante la cuestión de si "aquella pregunta iba a contar para el examen"?.
  • ¿Nos ocurre también a nosotros que somos insensibles a las personas con las que nos encontramos a diario, o al menos no lo suficiente?. ¿Por qué nos sucede esto?.
  • ¿Cómo podríamos hacer en nuestro grupo para mostrar mayor sensibilidad a cada uno de quienes formamos esta convivencia?. ¿Qué actitudes mantener con cada persona y con el grupo?.
  • ¿A qué te comprometes hoy, concretamente, para llevar a la práctica esa actitud?.

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