Y él dijo:
“Vuestros hijos no son hijos vuestros.
Son los hijos y las hijas de cuanto la Vida desea
para sí misma.
Son concebidos por medio de vosotros, mas no de
vosotros.
Y aun estando con vosotros, no os pertenecen.
Podéis otorgarles vuestro amor, mas no vuestros
pensamientos. Porque ellos poseen los propios.
Podéis dar cobijo a su cuerpo, mas no a su alma. Porque
sus almas habitan en la morada del futuro, la cual no podéis conocer, ni
siquiera en vuestros sueños.
Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no
intentéis que ellos sean como vosotros. Porque la vida no anda hacia atrás ni
se para en el ayer.
Sois los arcos de los cuales vuestros hijos han
sido disparados como dardos vivos. El Arquero ve el blanco en el camino del
infinito, y Él os doblegará con su poder para que sus dardos puedan ir lejos y raudos.
Permitid
que por placer sea la mano del Arquero la encargada de doblegaros. Pues aun
cuando Él ama al dardo que vuela, también siente amor por el arco en tensión”.
Gibran Khalil Gibran
- Entendiendo así a los hijos ¿qué consecuencias tiene considerarlos así?. ¿Cuál es nuestra tarea fundamental como madres y padres?.
- ¿Qué pensamos de esas proclamas que tratan de justificar cualquier "interrupción voluntaria del embarazo" ajustándose únicamente a lo que unos decidan sin contar con el hijo?; ¿se corresponden con el respeto que merece todo hijo aunque todavía no haya nacido?. ¿Qué decir también de aquellos niños y niñas que son abandonados o maltratados después de nacer?.
- ¿Cómo demostrar a los hijos con hechos y actitudes que les amamos como merecen y necesitan ser amados no sólo en el vientre materno sino también ya nacidos y durante toda su vida?.
- ¿Cómo puedes hacer, hoy y en este lugar, para orientar, enseñar a caminar por la vida a tus hijos al mismo tiempo que respetas plenamente su identidad?.
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