Cuando
esto suceda, no traten de revivirme artificialmente por medio de aparatos, y
dondequiera que me encuentre no lo llamen "mi lecho de muerte". Llámenlo ..."mi
lecho de vida"... y dejen que mi cuerpo vaya de allí a ayudar a que
otros gocen de una vida plena.
Den mi
vista a alguien que nunca haya visto un amanecer la cara de un bebé o el
amor en los ojos de una mujer.
Den mi corazón a alguien a quien el suyo no le haya causado más que interminables días de dolor.
Den mi sangre a algún adolescente rescatado de entre las ruinas de un automóvil accidentado, para que pueda vivir y llegar a gozar del juego de sus nietos.
Den mis riñones a quien dependa de una máquina para seguir existiendo semana tras semana.
Tomen mis huesos, todos mis músculos y todas y cada una de las fibras y nervios de mi cuerpo y encuentren la manera de hacer caminar a un niño lisiado.
Exploren cada rincón de mi cerebro.
Den mi corazón a alguien a quien el suyo no le haya causado más que interminables días de dolor.
Den mi sangre a algún adolescente rescatado de entre las ruinas de un automóvil accidentado, para que pueda vivir y llegar a gozar del juego de sus nietos.
Den mis riñones a quien dependa de una máquina para seguir existiendo semana tras semana.
Tomen mis huesos, todos mis músculos y todas y cada una de las fibras y nervios de mi cuerpo y encuentren la manera de hacer caminar a un niño lisiado.
Exploren cada rincón de mi cerebro.
Si fuera
necesario tomen todas las células para que algún día un niño
pueda gritar con la emoción del deporte y una niña sorda pueda oír el
sonido de la lluvia contra los cristales de la ventana.
Cremen lo que quede de mí y echen mis cenizas a los cuatro vientos, para ayudar a que crezcan las flores.
Y si tienen la necesidad de enterrar algo, les dejo mis defectos, mis debilidades y todos mis perjuicios contra mis semejantes.
Cremen lo que quede de mí y echen mis cenizas a los cuatro vientos, para ayudar a que crezcan las flores.
Y si tienen la necesidad de enterrar algo, les dejo mis defectos, mis debilidades y todos mis perjuicios contra mis semejantes.
Mi alma ¡dénsela a Dios!, pues de Él vine y a Él quiero volver.
Y si por casualidad
alguien quiere recordarme, hágalo con una buena palabra o acción hacia
quien lo necesite. Si hacen lo que les pido, viviré eternamente.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Qué nos enseña esta "carta"?. ¿Qué te llama la atención especialmente de ella?.
- ¿Por qué el autor preferirá que llamen al lugar en que le encuentren difundo "lecho de vida" en lugar de lo que se suele decir:"lecho de muerte"?. ¿Qué creencias descubrimos en el autor de esta carta?.
- ¿Te consideras una persona generosa?, ¿cómo te sientes cuando la vives con los demás?, ¿y cuando la recibes?. ¿Para qué nos sirve este valor o virtud?.
- ¿Qué vas a hacer hoy para vivir más generosamente contigo misma y con las demás personas con que te relaciones?.
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