que jamás unos labios
me habían besado como usted
y no se trata sólo
de esos besos apasionados,
sino de esos besos
que se palpan en el alma.
Sus besos saben a gloria,
a café recién hecho
con canela y piloncillo,
con un anís y un clavo de olor.
Sus besos saben
a amaneceres llenos de ilusión
y esa esperanza de lo mutuo,
las añoranzas en el amor.
Dioses,
sus besos son prisiones de almas
porque jamás otros labios
me besaron como usted,
mi marcianito.
Mire usted
que jamás uno sueña con besos,
pero antes de llegar
nuevamente a mi vida,
yo ya añoraba ese beso, ese abrazo.
MGabriel Portilla
Eres mi más bonita poesía
a café recién hecho
con canela y piloncillo,
con un anís y un clavo de olor.
Sus besos saben
a amaneceres llenos de ilusión
y esa esperanza de lo mutuo,
las añoranzas en el amor.
Dioses,
sus besos son prisiones de almas
porque jamás otros labios
me besaron como usted,
mi marcianito.
Mire usted
que jamás uno sueña con besos,
pero antes de llegar
nuevamente a mi vida,
yo ya añoraba ese beso, ese abrazo.
MGabriel Portilla
Eres mi más bonita poesía
Tulancingo, Hidalgo, México
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