Me sentía invencible,
única en ese amor,
pero entendí
que siempre quedará la cicatriz,
la herida jamás sana...
Pero me llené de vida, de sueños,
y dolió la desilusión,
pero ya no sangro
ni muero en el dolor.
Por un momento
los planetas se alinearon
y descubrí unos ojos,
unos labios, un amor distinto.
A veces parece un sueño,
una fantasía,
hasta que me abrazas,
deslizas tus manos
y el alma desnuda queda.
Es como mirar las estrellas
en tus ojos de miel
y acariciar el universo en tus labios,
me inspiras a creer en ti
y en el amor.
Sé que somos magia,
somos universo,
palpamos silencios
pero también gritos de amor.
MGabriel Portilla
Eres mi más bonita poesía.
Tulancingo, Hidalgo, México
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