Amarro los recuerdos
y llevo mi mano al corazón,
y miro al cielo, ese cielo que
me vio llorar una y mil veces.
cómo guardar tanto dolor…
cómo sobreviví tantas veces a morir
si mi alma muerta estaba.
No me arrepiento,
en verdad no me arrepiento,
pude tocar la muerte
mirarla a los ojos.
Pero decidí seguir aquí
donde el silencio me trae recuerdos,
inundando mi pasado,...
hoy soy más fuerte.
Y miro mi presente
con todas las bondades,
miro al cielo... y sí,
valió la pena... tanta pena.
Mgabriel Portilla MÉXICO
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