martes, 17 de noviembre de 2020

Chuchito

Así se llamaba 
ese nenuco 
que compartía 
con mis hermanas. 

El llegó cuando la vida 
nos puso a prueba; 
era suave con aroma a frutillas; 
en verdad se sentía cual bebé. 

Fuimos felices, 
entre juegos y risas; 
teníamos un mundo aparte 
aunque nunca salíamos a jugar. 

El era nuestro amigo Chuchito. 

Hasta hace algunos años 
aun lo conservé, 
pero llegué una inundación 
y a él no pude salvar; 
fue triste dejarle ir... 
ahí en un montón de basura 
donde tiramos los recuerdos. 

Parece una tontería ¿no?, 
pero sentí que perdía 
el pasado a su lado. 

De vez en cuando 
aún busco uno igual, 
así con su carita blanca, 
peloncito, peloncito. 

Simulando estar dormido… 
jamás despertó, 
siempre en ese sueño eterno. 

Y creo que así se quedó, 
en mi memoria guardaré,… 
quise guardarlo 
para que mi hija jugara 
pero ella llegó mucho después. 

Mgabriel Portilla MÉXICO

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