Vivían en una
misma celda dos frailes bastante conocidos por su humildad y paciencia. Poco a
poco, pasando los años, habían acomodado su nido eremítico de una manera
perfecta.
La celda la
habían hecho de mimbres y toda pintada: alrededor habían hecho un hermoso huerto
con riachuelos de agua que venían de un manantial cercano, los cuales lo
mantenían fresco todo el año y con tantas hortalizas y frutos que podían
regalarle a los otros ermitaños. No faltaban ni siquiera pequeños macizos de
flores y de hierbas olorosas que servían para adornar el pequeño altar del
oratorio.
Un día un
viejo monje, que había oído hablar de las grandes virtudes de estos dos
hermanos, quiso cerciorarse en persona:
- “Iré a ver”,
dijo, “si es oro todo lo que reluce”.
Recibido con
mucha reverencia y hecha oración, pidió ver el jardín.
- “Venga,
venga”, dijeron los dos, y lo acompañaron.
- “Bello,
bello”, decía el viejo arrugando la nariz: “Demasiado bello para unos
eremitas…”.
Y, tomando un
bastón, se puso a zarandearlo con gran furia a diestra y siniestra, golpeando
las berzas, la ensalada, los pepinos, las flores.
Parecía
enloquecido. Los dos estaban allí, con los brazos cruzados, mirándolo, y apenas
tuvieron el aliento para decir:
- “¡Oh Dios!”,
pero no añadieron otra cosa.
Más tarde,
arrojados a los pies de aquel santo Padre que, mientras tanto, se había sentado
a la sombra a secarse el sudor, le dijeron:
- “Padre, si te
agrada, iremos a recoger algo de aquella berza que ha quedado, y así la
coceremos y la comeremos los tres juntos”.
El viejo no
creía lo que estaba viendo: todo admirado, los abrazó y dijo:
- “Doy gracias
a Dios, porque verdaderamente el Espíritu de Dios que es paciente habita en
ustedes”.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿En qué hacían consistir los dos frailes su bienestar?, ¿qué medios utilizaban para ello?.
- ¿Por qué crees que desconfiaba de ellos el "viejo monje"?. ¿Qué crees que pretendía demostrar ante los demás haciendo lo que hizo con los cultivos de los dos frailes?.
- ¿En qué se fijaban siempre los dos frailes: en el desastre producido, en lo que les faltaba o en lo que todavía les quedaba?. ¿Qué nos enseña esto?.
- ¿A qué te vas a comprometer hoy de manera que ello te conduzca a valorar más y mejor quien eres y lo que tienes y crecer en auténtica austeridad?.
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