Parecíamos tan diferentes,
tan distintos.
Usted, señor guapo,
con esa mentalidad tan grande
y esa magia que se esconde
en su caballerosidad.
¡Qué raro!, ¿no?,
que justo ese día
llegara a mi vida,
si no teníamos nada en común,
ni siquiera algo que decirnos.
Quizás ese hilo rojo
que nos unió.
O quizás esta forma
de encontrarnos
en la madrugada,
yo escribiéndote de amor
y tú soñando con esa pasión.
Justo donde tienes
la dicha de abrazarme
y yo describir
cada instante que nace,
con todo mi amor.
¡Qué raro!, ¿no?,
despertemos mirándonos,
abrazados entre la poesía
y los sueños, mi marcianito.
MGabriel Portilla
Eres mi más bonita poesía
Tulancingo Hidalgo, México
No hay comentarios:
Publicar un comentario