Seguí el camino
de las palabras y cenizas,
la forma de hacernos sentir algo diferente,
no sabía que el amor
podría hacerme perder la razón.
Reconocí cada lugar y esos momentos
que alguien más vivió antes que yo,
alguien pasó por ti,
pero las luces se encendieron
e iluminaste la ciudad entera.
Subimos a esa torre que nadie conocía,
me mostraste un universo
que al cruzarlo,
mi vida real quedaba atrás.
Al final, estamos aquí
perdiendo la razón,
sin ganas de vivir
por esa tu forma
de matar la intuición.
No sé si llegué a la muerte
o a la estúpida idea
de que sin ti nada tiene sentido,
que la magia de este amor correspondido
quedaba entre el azahar de los campos
o en ese café donde te encontré,
o tal vez entre la pasión
de lo que jamás sintió.
Perseguiremos las cenizas
de ese fuego que insista en buscarte
o entre el fuego
de las letras que dejaste...
MGabriel Portilla
Tulancingo Hidalgo México
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