Entre los valores que demuestran fortaleza
se destaca siempre la cualidad de ser noble, hay virtudes que necesitan cierta
resistencia particular para ser impermeables a lo que se ha vuelto común, a la
ocasión, al momento.
Las personas creíbles y confiables son la
que exponen una y otra vez su honradez, su voluntad de sostener sus
convicciones y su palabra. En la nobleza hay un camino seguro, puesto que no se
refiere sólo a sostener una postura desde la fidelidad de las palabras, sino a
mantener una posición que efectivamente lleve a lo cotidiano una gama extra de
valores.
Implica inevitablemente la diferencia entre
querer lo bueno y encontrar la voluntad de hacer que suceda. Como cualidad no
se acomoda a ninguna circunstancia, porque tiene muy claro la virtud que
sostiene. Tampoco es ambigua, ni se rige por la ocasión para encontrar una
medida, porque jamás traiciona los valores inherentes a ella.
Y en esta definición entran todas las
cosas, todo eso que anhelamos, la convicción que nos mueve, el amor que nos
sostiene, la voluntad de ser consecuentes con cuanto hacemos. La capacidad de
alcanzar para nosotros y los demás lo que pretendemos como bueno y justo.
La nobleza no necesita palabras para
transmitirse porque está a flor de piel, andando se encuentra lo valioso,
haciendo se construye la honradez y la generosidad. Consecuentemente la verdad
se convierte en guía de los días, porque en la nobleza se marcha a la par de
una realidad que se enriquece con lo que es bueno para cada cosa, ni más ni
menos.
Como siempre, hay un mundo que se las ha
ingeniado para encontrar en casi todo ocasión de posponer una mirada que de
verdad arroje luz sobre cada uno, y sobre una sociedad que necesita aprender
más de lo verdaderamente virtuoso.
Por mucho que nos empeñemos ningún valor
tiene una doble definición según se presente la ocasión y la nobleza es un
valor que integra las mejores cualidades a desarrollar. Es la que irradia entre
muchas otras cosas la convicción de lo acertado, la alegría de quien es capaz
de sostener cuanto ha podido aprender y compartirlo con los demás. Es encontrar
la honradez y la humildad, la generosidad e integridad. Como la lealtad del
sabio, que es sólo fiel a los valores que reconoce para todos por igual, no es
fidelidad ciega, sino vehículo de virtudes.
Entre lo cotidiano y el ejemplo es un valor
especial para enseñar a los pequeños, en casa y en familia antes que nada,
luego exponerlo en la convivencia de la escuela es maravilloso. Sabemos que los
chicos ven y dicen las cosas con una claridad asombrosa, es un valor
fundamental para ofrecer.
Para nosotros como adultos hay una serie de cuestiones
que necesitamos retomar desde cuanto implica la nobleza como valor humano. En
muchas ocasiones somos capaces de mirar a nuestro alrededor y desear cosas
mejores, hagamos que sucedan. En la nobleza se encuentra la fortaleza de
validar nuestras certezas y sostener los cambios para mejor. Tenemos una
responsabilidad moral que a cada uno alcanza en distinta medida y manera, pero
que no es ajena en cualquiera de sus formas, a la evolución del mundo del que
somos parte. - ¿Qué conclusiones obtienes tras leer este artículo?. ¿Cómo definirías a una persona que sobresale por su nobleza según este escrito?.
- ¿Qué otros valores crees que van muy estrechamente unidos al valor de la nobleza para que ésta sea más auténtica y más fuerte?.
- ¿Cómo construir la vida, hoy mismo, para que todas sus horas sean vividas con una actitud noble?.
- ¿Cuál va a ser tu compromiso contigo mismo/a para poner en práctica lo que entiendes que es el valor de la nobleza?.
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