y en la esperanza de la buena nueva,
afirmo con audacia mi fe en el porvenir de la humanidad.
Me niego
a creer que las circunstancias actuales
incapaciten a la persona para hacer una tierra mejor.
Me niego
a compartir la opinión de quienes pretenden
que el hombre está tan cautivo de la noche sin estrellas,
del racismo, de la opresión y de la guerra,
que la aurora radiante de la paz y de la fraternidad
no podrá nunca llegar a ser una realidad.
Me atrevo
a creer que un día
todos los habitantes de la tierra
podrán hacer tres comidas para mantener la vida de su cuerpo,
y podrán recibir la educación y la cultura necesarias.
Para la salud de su espíritu
y la igualdad
y la libertad
para la vida de su corazón.
Creo igualmente,
que un día toda la humanidad
reconocerá en Dios a la fuente de su amor.
Creo que este amor salvador y pacífico será un día la ley.
El lobo y el cordero podrán descansar juntos,
todos los hombres podrán sentarse bajo su higuera en su viña.
Y nadie tendrá motivos para tener miedo.
(Aportación de Isabel Major, desde Castelló)
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Qué te llama la atención de este poema?, ¿qué destacarías de él?.
- ¿En qué cree quien habla en primera persona en este texto?, ¿a qué se opone?. ¿Para qué adoptar estas actitudes ante las distintas realidades con que nos encontramos?.
- ¿Te consideras una persona que adopta posturas o actitudes comprometidas ante las realidades de nuestro mundo?. ¿Sería la realidad la misma que es si no hubiera personas que tuvieran esperanza en un mundo mejor?, ¿y si todos se resignaran?.
- ¿Cuál podría ser tu compromiso de hoy para demostrar tu esperanza de hacer de tu vida algo mejor y también para que mejore la realidad del grupo en el que estás?.
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