Entendí que el amor
no es cuestión de cuerpo de almas,
es más cuestión de momentos
sin tiempo ni distancia.
Y entonces entendí
que podemos hacer
un mundo sólo para dos,
para ti, para mí,
y alguna quimera en espera.
No es que no exista el mundo,
simplemente somos
un suspiro al viento
que renace al amanecer del corazón.
Y entonces, ¡vida!,
renace en mí en el silencio,
en besos que de tus labios quiero,
arañe la fragante razón
y amarte con loca pasión.
Y entonces...
dime si eres mi alma perdida,
tal vez mi alma amiga
sea hoy náufraga del amor.
Mgabriel Portilla
MÉXICO
No hay comentarios:
Publicar un comentario