Sin alas

Había una vez una mariposista llena de vida y alegría, pero ella tenía una alita corta y ella caminaba en el barro, se ensuciaba y se preguntaba por qué no podía volar…

Un día se encontró con una lombriz, ella se arrastraba y era feliz… Je, je, je y le preguntó:
- “Oye Loris ¿en verdad eres feliz... si te arrastras y siempre vas sucia?”. Ella le contestó:
- “Pues claro, yo nací así y me gusta ser lo que soy”.
- “Pero ¿no te gustaría volar?..." Y la lombriz dijo:
- “No, que ¿y si me caigo de lo alto y…?. Nooo, ni me quiero imaginar...”.

Siguió la mariposa pensando: “Esa lombriz ¡qué bárbara!, yo quisiera volar y… pero ella es feliz así”.

Se encontró a una libélula y ella volaba alto y bajo y le dijo:
- “Mariposa ¿qué haces ahí?, anda, sube…”.
Pero la mariposa vio sus alas y dijo:
- “No puedo, una de mis alas no me funciona bien”. La libélula le dijo:
- “Y ¿has intentado volar?”. Repuso la mariposa:
- “Pues no ¿y si no puedo?”.
- “Pero ¿cómo sabrás? -dijo la libélula- intenta y ya después sabrás”.
Corrió la mariposa, agarró vuelo y ¿qué creen que pasó?...
- “Pues sí… ¡puedo volaaar!...”.

Nunca dejes de intentar, no importa cuantas veces pero intenta…
Cada niño tiene un sueño, un anhelo; siempre intenta lo que a ti te guste, pero recuerden todo lo que hagan, háganlo con pasión para ser los mejores en ello...

Mgabriel Portilla

MÉXICO