Me regalo unos
instantes
y me engaño en su
mirar;
dijo que sólo sabía
soñar.
Dijo ‘te regalo mi
corazón
partido repartido en
mil’
y hoy cenizas son.
La flor renace con
sus semillas,
las cenizas son sólo
el olvido
prohibido regresar.
Un regalo le dio
conocer al ser,
sin amor, matando
sin razón.
Envuélvete en tu ego
perfecto desconocido
cruel murmurante se
ahoga.
Se muere ,atormenta
soñar en la vida
irreal,
que la verdad llega
por la mañana.
Cuando la oscura
noche
se marcha, se
convierte
en nada.
Un regalo de mí para
ti,
conocerme y vivir
sin ti,
soñar y vivir lejos
de ti.
MGabriel Portilla
México
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