Sintió
dolor en sus manos aquella madrugada,
cuando al
palpar sus senos
notó que algo distinto en su piel acariciaba.
Sintió a sus
pies como la tierra se abría
que todo
proyecto en su vida cambiaría.
Sintió resquemor
y también satisfacción
cuando
apreció los rasgos
que le
dejaron tras esa operación.
Sintió
alegría una hermosa mañana
cuando
observó su cuerpo
ya no era
simétrico, pero la vida le amaba.
Sintió un gran orgullo por toda mujer
que, a
pesar de ésa mala noticia,
lucha por
su vida con todo coraje y poder.
Siente como
se eriza cada día toda su piel,
cuando serenamente
piensa
que todavía
del otro seno emana leche y miel.
Autora: Isabel San José
MUJER, ante todo, MUJER
ResponderEliminar¡Gracias Carlos! Placer verte por estos lares
EliminarPrecioso poema como cada una de tus letras Isabel.
ResponderEliminarMaría Marta, es un placer verte por aquí, muchas gracias por el comentario y fuerte abrazo.
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