Una joven reina recibió de un gran mago
un regalo especial: un cofre mágico que llevará la felicidad a todo el reino
cuando sea abierto en un lugar en que se respirase generosidad. La reina
comenzó un viaje por todo su reino en busca de las personas más generosas, y al
llegar junto a ellas abría el cofre. Pero nunca pasaba nada, hasta que un día,
cuando ya volvía al castillo, coincidió con un niño muy pobre que pedía
limosna. La reina le hubiera dado algunas monedas, pero no llevaba, así que el
niño le pidió que le regalara aquel viejo cofre para venderlo por unas monedas
en el pueblo. La reina en principio se resistió por el valor que tenía el
cofre, pero viendo la pobreza del niño, se lo entregó. El niño tomó el cofre y
lo abrió, y al instante comenzaron a salir del cofre todas las maravillas que
se puedan imaginar, junto a una música y unas letras que decían:
-"¿Por
qué buscarlo en otros?, el bien empieza siempre en uno mismo". Y
además de disfrutar de las maravillas del cofre, la joven reina aprendió a dar
ejemplo de todas las virtudes, convirtiéndose en la mejor reina de la historia
de aquel país.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
- ¿Qué te parece que nos enseña este cuento?. Destaca además aquello que más te haya llamado la atención y por qué.
- ¿Te has parado a pensar hoy o quizás ayer u otro día en la facilidad que tenemos para "esperar maravillas de las demás personas" e incluso exigir que bailen todos según nuestra voluntad o lo que esperamos de ellas?.
- ¿Por qué el cofre proclama al final lo que dice con sus letras?, ¿ante quién fue abierto?. ¿Qué aprendió la reina con ello?.
- ¿Hay que esperar, por lo tanto, el compromiso de los demás o más bien empezar por comprometernos nosotros?.¿Cuál es hoy tu compromiso para con los demás?.
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