que no merecía
que alguien me mirara
con unos ojos llenos de amor,
y llegaste tú... con esa mirada
que me hizo sentir
que soy hermosa,
y no hablo de mi físico,
hablo del alma.
Pensé que no tenía derecho
a que nadie viera
lo que llevo en el alma
y en el corazón,
y llegaste tú
para sanar mis heridas
y enseñarme
que basta un abrazo
para sacar mi mejor sonrisa.
Creí que se tenía
que pedir o mendigar,
pero tú lo entregaste
por completo.
Me enseñaste que,
cuando se quiere de verdad,
se da sin más,
así como yo,
sin esperar,
pero nace
porque se trata de ti y de mí.
Me cambió la vida
al encontrar esos ojos risueños,
ese hombro para llorar
y esa forma de abrazar,
que no existen palabras,
simplemente se siente.
Encuentro todo
en ese amor verdadero
que no se busca
ni llega de la nada,
con ese amor real y sincero
que ve más allá
de palabras vanas.
Me llaman mamá,
amiga, hija, hermana, amor.
Eres mi más bonita poesía
MGabriel Portilla
Tulancingo Hidalgo México
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