miércoles, 24 de noviembre de 2021

A veces...

A veces me pregunto
por qué cada que miro
sin querer la daga
se clava cual flecha.

Es que por más
que trato de entender
no logro comprender
y cada que a alguien
una flor pones
matas mi amor.

Ojalá sintiera la emoción
cuando me dicen cosas lindas
o una flor me dejan
ahí en algún lugar.

Ojalá pudiera decir
más que gracias,
sentir lo que ellas sienten
cuando de ti leen;
no sé qué pasará
por su mente.

Quizás que soy,
de tanto querer ser invisible lo logré,
quizás que de tanto claudicar
lo conseguí en la totalidad.

Quizás que ni idea tienes
de lo que a mi alma abraza,
y si fuera al revés…
¿qué pasaría?, ¿nada sentirías?.

No es que lo haría,
es más bien que me pasan
mil cosas por la mente;
ojalá dejara de pensar.

Y al final tú vas
acabando con el amor
en tu afán de mostrar
a ese alguien
que no se ha marchado del todo,
me estás atando.

Ya dejé de luchar,
de decir lo que a mi corazón le duele,
ya se terminó el deseo
de un amor que no sabe
más que rencor.

Sin dramas ni reclamos, sin líos,
ni siquiera tengo ganas de renacer,
ya las lágrimas se difuminan en adiós,
esperando la estocada final,
ver por ahí un me enamoré
de alguien más.

Quizás no sé,
ya veo el triste final,
ni sé para qué luchar,
si sólo estoy en la soledad.

Mgabriel Portilla
MÉXICO

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